En su participación de este jueves, Carlos Elizondo Mayer-Serra, profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, discutió la reciente designación de Lázaro Cárdenas Batel a un puesto importante en la administración de la presidenta virtual electa, Claudia Sheinbaum. Carlos Elizondo destacó que, aunque Lázaro anteriormente ocupaba el cargo de coordinador de asesores, un rol que podía ser poderoso dependiendo del presidente, su nuevo puesto como jefe de oficina tiene un potencial mucho mayor.
Elizondo comparó este puesto con el de personajes históricos que tuvieron gran influencia, mencionando que el rol de Lázaro no solo será de coordinación interna sino también de representación en negociaciones y presentaciones externas.
Señaló que esta responsabilidad implica que Lázaro será una figura clave, similar a cómo José Córdoba Montoya fue en su tiempo para Carlos Salinas de Gortari.
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Elizondo también mencionó la importancia de la confianza y cercanía histórica entre Sheinbaum y Cárdenas Batel, subrayando que esto es una señal de unidad y reconciliación dentro de la izquierda política. Indicó que Lázaro tiene varias cualidades que le permitirán desempeñar bien su nuevo rol, incluyendo su personalidad afable y su capacidad para dialogar con diferentes sectores.
Sin embargo, Elizondo advirtió que, aunque Lázaro tiene todo para triunfar, su éxito dependerá de cómo se manejen las responsabilidades en la práctica. Afirmó que muchas de las tareas señaladas por Claudia Sheinbaum, como hablar con diplomáticos, actores políticos y económicos, tradicionalmente corresponden a otros funcionarios, lo que requerirá una definición clara de roles.
Carlos Elizondo concluyó que la verdadera prueba para Lázaro Cárdenas Batel comenzará una vez que inicie oficialmente sus funciones el 1 de octubre, destacando que en política, como en el fútbol, el desempeño se demuestra en el campo.