La importancia de la educación financiera para un futuro sólido
Alicia Salgado explica que el manejo adecuado de los recursos económicos es esencial en cuanto a la concienciación y la toma de decisiones responsables en materia de finanzas personales.
La Semana de Educación Financiera, evento que ya cuenta con 16 ediciones, ha logrado avances en esta dirección, pero los datos siguen mostrando una realidad preocupante: muy pocas personas aprovechan las herramientas disponibles para mejorar su administración financiera.
Una de las reflexiones clave que surge a partir de las palabras de Alicia Salgado es que, aunque aspiramos a mejorar nuestro patrimonio, muchas veces no tenemos en cuenta los límites de nuestro ingreso disponible.
Nos enfocamos en metas como comprar un auto, disfrutar de unas vacaciones o invertir en entretenimiento, pero olvidamos que esto puede llevarnos a un endeudamiento que a largo plazo perjudica nuestro bienestar.
De hecho, un 60% de las personas recurren a deudas con familiares, lo que muestra una dependencia preocupante.
La falta de educación financiera no solo se refleja en el endeudamiento excesivo, sino también en la poca preparación que existe para manejar productos financieros, como tarjetas de crédito, que permiten adelantar gastos pero que, como bien subraya Salgado, siempre deben ser pagados.
El problema no es endeudarse, sino hacerlo de manera irresponsable y sin conocer los límites de nuestra capacidad financiera.
Lo más revelador en las declaraciones de Alicia Salgado es la diferencia entre el número de personas que han recibido educación financiera y las que realmente participan en el sistema financiero.
Si bien la Condusef ha organizado cursos gratuitos que han tenido la participación de más de 110 mil personas en los últimos dos años, este número es pequeño si se considera que 46 millones de personas en México participan, directa o indirectamente, en el sistema financiero.
Es decir, solo una fracción mínima de la población cuenta con las habilidades necesarias para administrar adecuadamente sus recursos.
¿Qué está fallando? Salgado señala un punto crucial: la voluntad de las personas. La falta de interés o disposición para adquirir educación financiera es lo que nos sigue frenando.
A pesar de que existen recursos gratuitos y accesibles, la mayoría de las personas sigue postergando la idea de educarse financieramente, prefiriendo, en cambio, hacer frente a sus problemas económicos de manera reactiva en lugar de planificar de manera proactiva.
Si bien las cifras pueden parecer desalentadoras, también es un llamado a la acción. Debemos ver la educación financiera no solo como una necesidad, sino como una herramienta indispensable para vivir con menos estrés y mayor estabilidad.
Las decisiones financieras informadas no solo nos permiten adquirir bienes o cumplir sueños a corto plazo, sino que construyen el cimiento para un futuro más sólido y menos incierto.