Este concepto está en boca de todos, ¿pero cuántos lo entendemos? por eso nuestra columnista Alicia Salgado nos explica el ABC de las criptomonedas: qué son, cuándo nacieron, para qué se utilizan y en qué se diferencian de las monedas tradicionales
¿Las criptomonedas son monedas físicas o digitales?
Las criptomonedas no son monedas, sino activos digitales, que usan un cifrado criptográfico. Nacieron en 2009 cuando un equipo encabezado por Satoshi Nakamoto (seudónimo), presentó un sistema de encriptamiento de mensajes por la red, que permiten crear una moneda digital para contabilizar y transferir valor, señala Alicia Salgado.
“Un bitcoin es un mensaje como el de internet, sólo que encriptado, tiene una referencia única de encriptamiento, se administra en una base de datos que utiliza mucha energía y los generan estos números de unos y ceros combinados, los generan mineros digitales”.
Alicia Salgado
En mayo del 2010, apareció el bitcoin, un mensaje encriptado que se presentó como alternativa digital de pago con valor de 0.01 de dólar, en 13 años su valor subió a 64 mil dólares en diciembre del 2021 y hoy vale 41 mil 796 dólares.
Mercado de los criptoactivos: cambiante y numeroso
Para tener una idea de cómo es este mercado de las monedas digitales o criptoactivos, Salgado dijo que actualmente hay 6 mil monedas digitales “cuyo valor en el mercado es muy volátil, sube y baja, en noviembre valía 3 trillones de dólares y hoy vale 2 trillones de dólares”.
Estas criptomonedas que nacen, crecen, se reproducen y mueren, señala Alicia Salgado, pretenden ser sustitutos de la moneda legal, por ello, suscitan una controversia mundial sobre si pueden ser liberatorios, si garantizan la confianza a quien los utilizan para comprar bienes y servicios.
Mientras los defensores dicen que sí, los bancos centrales no están de acuerdo porque al final de cuentas, la moneda es un tema de confianza.
Diferencia entre una moneda física y una criptomoneda
El mercado de activos digitales se sustenta en blockchain, que en español es una cadena de bloques descentralizada y, no tiene mayor ciencia. Piensa en un mensaje de correo electrónico que mandas desde tu computadora a tu comunidad de trabajo, pero que no pasa por tu jefe. Imagina que el jefe es un banco central como el Banco de México. A ese proceso de intercambio de tokens encriptados (mensajes) le llaman finanzas descentralizadas, pero se asegura que son eficientes.
El asunto es que no es dinero. La moneda soberana, el dinero, físico o digital (una transferencia de SPEI de tu cuenta a otra cuenta le da ese valor), tiene una característica común: todo el mundo confía en el poder liberatorio del mismo, su valor diario para el intercambio entre países se determina en función de lo que se compra y vende en un país y, entre países, y lo más importante, preserva el valor real en el tiempo de las cosas que compras y vendes.
Ese factor, la confianza en el poder liberatorio, es lo que hace la diferencia entre una moneda (física o digital o e-money) porque quien fija el precio es el mercado y quien emite la referencia es un banco central de un país, no una empresa privada con plataformas privadas.
¿Cuál es el futuro?
Las criptomonedas son un buen caso de inversión que podrían convertirse en monedas soberanas a finales del 2024. En Europa, Alemania y Francia empujan la emisión de un euro digital y están realizando la primera operación con Suiza, en China avanza el Dyuan, que sería la moneda soberana digital.
Las monedas privadas ligadas a monedas soberanas (stablecoins), comienzan a ser más utilizadas entre instituciones financieras pero sigue siendo muy acotado su mercado (Tether y TrueCoin, están respaldadas por el dólar estadounidense y gestionadas por empresas que ejercen de entidad central.
En Estados Unidos, la FED está por emitir las reglas para la operación de las StableCoins ligadas al Dólar y en camino para emitir el primer dólar digital.
En México, la Secretaría de Hacienda informó al Senado en diciembre, que emitiría un peso digital soberano, para el 2024, pues se trabaja junto con la comunidad internacional, para definir reglas que permitan que esa moneda tenga, estabilidad, poder liberatorio y de intercambio, pero sobre todo, confianza.
Hoy el Bitcoin es operado por una empresa privada, no por un gobierno, su valor es volátil, pero no cabe duda que el invento de Shatoshi, se convertirá en una realidad para el sistema de pagos global en muy poco tiempo. A fin de esta década, el dinero físico lo veremos en las casas de acuñación.