En su participación, la analisata Alejandra Cullen, dialogó sobre el tema de la sobrerepresentación en el Congreso mexicano y las implicaciones legales y constitucionales que conlleva. Cullen explicó que “la coalición ganadora, encabezada por Claudia Sheinbaum, obtuvo el 54% de los votos y busca alcanzar el 74% de los curules en el Congreso”, lo que genera un desequilibrio en la representación.
Ale Cullen detalló que la Constitución establece en su Artículo 54 que “ninguna fuerza política puede tener más de 300 diputados en el Congreso” a través de voto directo. Esto significa que, aunque un partido o coalición gane la mayoría de los distritos, no puede recibir más diputados plurinominales. Sin embargo, la ley secundaria, modificada en 2008, no hace la misma distinción para las coaliciones, lo que ha permitido a Morena argumentar que tiene derecho a una representación mayor al sumar los votos de sus aliados.
“La ley secundaria establecía a partir del 96 que los partidos y las coaliciones se tratarían igual, pero esa ley cambió en el 2008 y se eliminó esa frase,” explicó Cullen. Según ella, Morena está utilizando esta laguna legal para justificar su sobrerepresentación. “La ley dice que los partidos tienen derecho a los votos que ganamos, o sea, las diputaciones de elección directa más el 8%”, mencionó.
Cullen subrayó que los juristas defienden que “la Constitución establece que ninguna fuerza política puede tener más de 300 diputados y por ende no puedes avasallar al Congreso de esa manera.” Esto se debe a que una mayoría abrumadora podría impedir que la oposición ejerza su función de contrapeso, algo fundamental para mantener un equilibrio democrático.
“El Tribunal Electoral va a tener que decidir entre una interpretación amplia o una interpretación cerrada de la ley,” indicó Cullen, señalando la importancia de una interpretación que respete el espíritu constitucional. Añadió que, sin una minoría significativa, “no hay derecho a ningún cuestionamiento o las discusiones anticonstitucionales.”
Finalmente, Cullen comentó que la Constitución está diseñada para requerir consenso entre todas las fuerzas políticas para cualquier cambio significativo. “La Constitución está diseñada para que se decida entre todas las fuerzas políticas cualquier cambio,” dijo, destacando la necesidad de proteger la voz de las minorías en el proceso legislativo.