La analista política Alejandra Cullen abordó la postura firme del presidente respecto a la reforma judicial. Según Cullen, el presidente está decidido a que su reforma pase “sin que se le mueva ni una coma”, sosteniendo que la participación popular en la elección de jueces mejorará el sistema judicial. Sin embargo, Cullen subraya que “no hay un buen sistema de justicia” actualmente y que la propuesta es reduccionista al sugerir que la elección popular resolverá los problemas complejos del Poder Judicial.
Cullen observa que, mientras el presidente mantiene una narrativa consistente, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, parece menos comprometida con esta reforma específica. Según Cullen, Sheinbaum ha intentado matizar su postura en varios foros, excepto cuando está con el presidente, momento en el que no tiene margen para hacerlo. Cullen señala que Sheinbaum “no ha dado argumentos de fondo de por qué ésta es la mejor reforma del Poder Judicial”.
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La analista también destacó la estrategia de Sheinbaum, quien podría introducir transitorios para ajustar la reforma con el tiempo. Sin embargo, la efectividad de estos cambios y la capacidad de Claudia Sheinbaum para obtener el voto de la mayoría calificada son inciertas. Nuestra analista política sugiere que “los discursos no son iguales del presidente actual y de la presidenta electa” y que hay una “guerra de titanes” en curso sobre el futuro del Poder Judicial.
Alejandra Cullen advierte sobre una posible regresión a un sistema hegemónico similar al del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en sus mejores tiempos, aunque con mayor fuerza. En su opinión, la reforma del presidente plantea un nuevo régimen cuya naturaleza aún no está clara, ya que los técnicos no logran encontrarle “pies ni cabeza”.
La analista resalta la discrepancia entre la narrativa del presidente y los detalles técnicos que propone Sheinbaum, lo que sugiere que no se volverá a la estructura de democracia constitucional conocida. Según Cullen, “la estructura de democracia constitucional se va a alterar” y el éxito de esta transformación aún está por verse.
Cullen concluye que los debates en los foros pueden ayudar a ajustar algunos detalles técnicos, como los perfiles de los ministros, magistrados y jueces, y el método de asignación de plazas. Sin embargo, cree que estos foros no cambiarán significativamente el sentido de la reforma propuesta. Además, menciona otros temas de debate que se avecinan, como las reformas sobre plurinominales, la Guardia Nacional y la protección a las mujeres, los cuales serán analizados a medida que se desarrollen.
