A propósito de la subasta que se llevó a cabo en Francia por parte de la casa Christie’s, en la que se vendieron 87 lotes, de los cuales 72 son bienes prehispánicos; Alberto Barranco, embajador de México en el Vaticano, retoma un pasaje de la historia nacional para explicar la importancia del cuidado del patrimonio cultural.
“Un hecho fortuito impidió que en el año de 1742 se fuera del país un enorme acervo de carácter arqueológico, específicamente códices prehispánicos”, narra Barranco, quien cuenta que “un italiano de nombre Lorenzo Boturini Benaduci había llegado al país para reclamar una herencia que había recibido una descendiente del emperador Moctezuma”.
“Dicha herencia consistía en una encomienda que tenía muchos años que se había explotado pero ella no había recibido el producto”.
Sin embargo, “en el momento en que el barco que lo traía había avistado las costas de Veracruz, una tormenta casi hace naufragar el barco, y de acuerdo con la tripulación, se pudieron salvar gracias a que se habían encomendado a la Virgen de Guadalupe”.
Esto llevó a que, según nuestro colaborador, Boturini se convirtiera en un devoto de la Virgen y decidiera realizar investigaciones sobre el origen de la tradición de lo que representan todas las apariciones, logrando recuperar una gran cantidad de códices que acumuló en el entonces “Museo Histórico Indiano”.
“Resulta que entonces se le ocurrió que también debía coronarse la Virgen, para lo cual requería una enorme fortuna para hacer una corona digna y pedir el permiso a Roma para llevarla a bendecir.
El problema es que realizó una colecta, y esto no le gustó a las autoridades virreinales, por lo que lo apresaron y le confiscaron este tesoro que finalmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología e Historia”.
A través de este momento histórico, el analista resalta las muchas ocasiones en las que se ha saqueado el patrimonio nacional, destacando las posibles causas de que esto ocurra:
“Pareciera que en las aduanas no hay una lupa para revisar que salgan este tipo de cosas y que los diversos países a los que llegan no tienen el cuidado de tener una policía que revise este tipo de situaciones, sobre todo cuando salen a subasta”.
Respecto a la subasta en Francia de las 72 piezas prehispánicas que forman parte del patrimonio cultural de México, el diplomático señala que “una hacha maya costó 742 mil euros. Una fortuna que sin embargo, el mayor valor no es lo que pagaron por ella, sino lo que representa para los mexicanos”.
Por ello, Alberto Barranco sugiere “hacer una cruzada para evitar que se den este tipo de cosas respecto del patrimonio cultural. Estamos hablando de un entorno internacional de consciencia sobre este terrible asunto”.