Alberto Barranco se pregunta por qué si el padre Hidalgo convocó a la lucha de la Independencia la madrugada del 16 de septiembre, lo que se conoce como el Grito de Dolores, se realizara la ceremonia conmemorativa el 15 a las 11 de la noche.
El embajador de México en el Vaticano dice que se tiene la creencia es que se trató de un ardid del presidente Porfirio Díaz, quien hizo una “carambola de tres bandas”: celebrar el inicio de la Independencia, su cumpleaños y de pasada su santo.
Alberto Barranco mencionó que no fue así y que fue Antonio López de Santa Anna, el 11 veces presidente de México, quien tenía problemas por el muñón que le molestaba de la pierna que había perdido en aquella incursión francesa en el puerto de Veracruz, donde una bala de cañón había cercenado, que después recuperaría, y la enterraría de manera solemnemente en el panteón de Santa Paula.
“El frío de la madrugada de septiembre le provocaba dolores en el muñón al presidente”.
Alberto Barranco
Porfirio Díaz trajo la campana de la Independencia
El diplomático menciona que sí fue Porfirio Díaz quien trajo la campana de Dolores al balcón central de Palacio Nacional y el esquilón de San José, que era en realidad la verdadera campana, fue traído en 1896 en un escenario solemne en donde dos generales del Ejército, entre ellos, Sóstenes Rocha, había seguido la ruta inicial de Miguel Hidalgo hasta que llegó a las goteras de la Ciudad de México para luchar por la Independencia.
Alberto Barranco recuerda que el general entra a la Ciudad de México con la campana y en un gran esfuerzo la suben, donde se requirieron poleas, hombres y mulas que ayudaron a esa tarea.
“Lo cierto es que el 16 de septiembre la gente potentada de la Ciudad de México celebraba la fiesta de aniversario de la Independencia con un baile de máscaras que se hacía en el Gran Teatro Nacional donde llegaba el pueblo al ver con expectación la extravagancia de los disfraces de la gente que tenía el privilegio de entrar a esa fiesta”.
Alberto Barranco
El embajador señala que también durante muchos años, el 16 de septiembre, se celebraba un acto militar, donde el presidente Porfirio Díaz entregaba condecoraciones o ascensos a los militares y justamente en 1896, al termino de una esas ceremonias, el presidente sufrió un atentado.
También menciona que los desfiles militares durante muchas décadas fueron encabezados por el sargento Manuel de la Rosa, quien sobrevivió en la Batalla de Puebla de 1862, y las muchas medallas que traía le hacían merecedor de encabezar el desfile y este hombre murió a los 113 años.