“Paradojas de la vida: mientras más desciende la temperatura en el Viejo Continente, incrementándose el temor de las familias de no poder acceder al costo altísimo de la calefacción, se está calentando un escándalo al interior del Parlamento Europeo“, dice el embajador de México en el Vaticano, Alberto Barranco, refiriéndose al reciente escándalo, al que se ha denominado coloquialmente “Qatargate“.
Barranco explica que el “Qatargate” refiere a “supuestos sobornos entregados a eurodiputados para abonar a la causa de dos países árabes: Qatar y Marruecos“.
Hasta ahora, esto ha causado, según el analista, la destitución como vicepresidenta del Parlamento, la diputada socialista de origen griego, Eva Kaili, y el encarcelamiento del exdiputado Pier Antonio Panzeri y a su asesor Francesco Giorgi .
“En el caso de los dos primeros, se incautaron en sus domicilios ni más ni menos que 1.5 millones de euros. Mientras que el fiscal europeo está pidiendo que se haga un juicio para quitarle el fuero a la diputada que fue electa justamente por sus propios compatriotas”.
Sin embargo, el embajador asegura que “de acuerdo a las últimas investigaciones estarían involucrados en este escándalo alrededor de 60 eurosdiputados más, de un total de 705”.
El embajador de México en el Vaticano explica que “la acusación de los parlamentarios no sólo habla de haber mejorado la imagen o intentar mejorar la imagen de los países, sino de plano de haber atenuado o impedido en un plan total, un posible boicot a Qatar por violaciones a los derechos humanos en la construcción de los estadios para la Copa del Mundo“.
“Al mismo tiempo, Marruecos que tenía algún resquemor por parte de los países para hacer negocios con él habría tenido esa posibilidad a partir de esta intervención”, añade.
No obstante, el experto asegura que “el escándalo podría afectar también a otro país de carácter árabe, Arabia Saudita, cuya capital estaría el proceso de pedir la candidatura para la Exposición Internacional que se va a celebrar en el año 2030, Roma es quien está compitiendo, por esta candidatura”.
Alberto Barranco sostiene que “el problema mayor [del ‘Qatargate’]es que se está perdiendo la autoridad moral de un parlamento de cara a la comunidad internacional y al mismo tiempo también de cara a los países integrantes de la Unión Europea“.