El embajador de México en el Vaticano, Alberto Barranco reflexiona en su videocolumna de este jueves 27 de junio, sobre la actual situación que se vive en la Santa Sede derivado de las críticas a las reformas en la iglesia católica que ha planteado el Papa Francisco.
Esto se debe, según Barranco a que “a 62 años del Concilio Vaticano II, a cuyo magisterio se modernizó la Iglesia Católica empezando por la liturgia, aún pululan detractores de éste con etiqueta de ‘tradicionalistas’”.
De acuerdo con el experto, lo que buscan estos detractores “no es sólo que regrese la misa en latín y que el sacerdote regrese a celebrar de espaldas al pueblo; sino que se borren lo que califican de herejías, derivadas de este Concilio al que convocó el Papa Juan XXIII, “el Papa bueno” y que terminó el Papa Paulo IV”.
Uno de los principales detractores de los mandamientos del Concilio, dice Barranco, “fue el sacerdote y arzobispo francés Marcel Lefebvre, quien fue excomulgado acusado de cisma. Él había logrado realmente tener una corriente importante”.
Sin embargo, actualmente, destaca que, “se está buscando un proceso similar, es decir la excomunión, contra el que fue el nuncio del Vaticano en los Estados Unidos, el embajador Carlo María Viganó”.
Las críticas al Papa Francisco
Según nuestro colaborador, “este tipo de personajes critican abiertamente todo lo que parece reformista o que tiene realmente perfil reformista, dentro del marco del magisterio de la potestad del Papa Francisco”.
De ahí que, por ejemplo:
“Se critica [al Papa Francisco] que tenga un trato ‘terso’ frente a las parejas de gente del mismo sexo o frente a las parejas de divorciados. Que tenga una actitud neutral frente a los conflictos internacionales o que promueva el diálogo interreligioso”
En este marco, dice Barranco, “lo último que se está debatiendo es una exhortación del Papa a que cuando se casen personas de diferente religión, no se trate de imponer la religión de uno o de otro. Nada por la fuerza, dice el Papa”.
“En tal caso, existe el mandato de alguna forma buscar acercar a la otra persona a la religión, pero esto no debe hacerse bajo el marco de una imposición”.
Alberto Barranco, embajador de México en el Vaticano
“[Ésta es] una más de las cosas que se critican del Santo Padre, pero que finalmente tienen una etiqueta de ‘modernismo’ como fue el Concilio Vaticano II”, concluye Alberto Barranco.
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