El periodista Alberto Barranco, actual embajador de México en el Vaticano, explica cómo el flujo turístico en Roma se encuentra abierto esta Semana Santa tras dos años de intermitencia por el COVID-19, lo que significa la apertura de varios actos litúrgicos que llevará a cabo el Papa Francisco, quien sufrió de dolencia en la rodilla el pasado mes de abril.
Barranco explicó que el Viernes Santo será un día crucial porque se informará sobre la salud del Papa: “recordarán que después de su viaje a Malta el Papa tuvo dolencias en una de sus rodillas”.
“Para celebrar el Via Crucis, desde el momento de la oración hasta el momento en que muere Jesús, estas 14 estaciones se reconocen con el Santo Padre en un periplo desde el Coliseo hasta la colina Palatina. Estamos hablando de un trayecto aproximadamente de medio kilómetro donde el Papa tendrá que caminar”, dijo.
El papa Francisco tuvo que descender del avión a su llegada a Malta en abril a través de un ascensor y no por la escalerilla, como es habitual, debido a sus problemas de rodilla. Fue la primera vez que Francisco, de 85 años, no bajó por la escalerilla al llegar a uno de los 56 países que ha visitado durante su pontificado.
El Vaticano se abre al turismo y el Papa Francisco se prepara para el Via Crucis
“Los boletos para el ingreso a la Basílica de San Pedro por los oficios de Semana Santa están agotados”, explica Barranco.
Barranco cuenta cómo inicio este Jueves Santo en el Vaticano:
“Esta mañana se inició el periplo con la misa a las 9 y media. Posteriormente en la tarde se recordará la última cena”. La última cena es la comida final que, en los relatos evangélicos, Jesús compartió con sus apóstoles en Jerusalén antes de su crucifixión.
Durante esta liturgia, el Papa Francisco le lavará los pies a 12 de los fieles asistentes escogidos al azar.
La Semana Santa, que atrae a cientos de miles de fieles al Vaticano, comenzó el 10 de abril con la misa de Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro.
Este año, el Via Crucis de Viernes Santo regresará a su emplazamiento original, el Coliseo de Roma, tras dos años de ausencia por la pandemia de COVID-19.