El embajador de México en el Vaticano, Alberto Barrando reflexiona sobre la salud del Papa Francisco, quien sufre de un problema de motricidad, aparentemente de la rodilla, que le impide tener libertad de movimiento.
Barranco retoma el video que circula en redes sociales donde el Santo Padre y un grupo de mexicanos sostienen una breve conversación en la que bromean sobre su padecimiento, para destacar que a pesar del buen humor del Pontífice y de que ha dicho que se encuentra mejorando “esto no se ve”.
“En sentido contrario a la preocupación cada vez más intensa al interior de los muros del Vaticano, sobre los problemas de locomoción del Santo Padre Francisco, resulta que él se da el lujo de bromear sobre el asunto”.
El embajador señala que, aunque se desconoce cuál es el padecimiento que sufre el Papa, ya que dice “hay quien habla de una artrosis que estaría afectándole la rótula y el fémur, quien habla de una simple hinchazón de la rodilla para la cual le dan compresas de hielo y quien dice que el problema crónico que tiene en la cadera se le ha revertido a la rodilla. Lo cierto es que los signos son cada vez más intensos en relación con el padecimiento”.
El experto enlista los diversos momentos en se ha visto a su Santidad padecer a causa de su malestar, tal como ocurrió cuando “en su viaje a Malta, debió descender del avión en una plataforma elevador que se da para las personas con problemas locomotrices”.
“Posteriormente vendría la Semana Santa y el Viernes Santo donde no encabezó el viacrucis que recorre parte del Coliseo de Roma y sus alrededores”, asegura el diplomático, quien también consideró que, el Papa, “tampoco estuvo presidiendo la misa que se realiza año con año, el Sábado Santo celebrando la Resurrección de Cristo”.
Barranco narra que “posteriormente vendría una situación mucho más dramática cuando se le vio entrar a la Plaza de San Pedro en el papamóvil, cosa a la que se había reusado durante mucho tiempo”, igual que durante una reunión de religiosas, donde “el Papa entró para sorpresa de todos, en una silla de ruedas jalada por una persona, es decir, dependiente de alguien”.
“Este escenario se torna preocupante, no tanto porque no pudiera salir del asunto el Papa rápidamente, sino porque el hecho de que él quizás no esté tomando el asunto, ya que hay temas importantes que podrían caerse y que su presencia es imprescindible, como, por ejemplo, ya se habla de cancelar una gira que se estaba realizando al Congo y Sudán”.
Incluso, Alberto Barranco comenta que, debido al estado de salud del Papa Francisco, “ya se habla de que en caso de que lo recibiera el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para hablar de paz, él podría no acudir por su problema de rodilla”.
“Una situación que parecería banal pero que para lo que representa el Papa, resulta de enorme trascendencia”.