En la recta final del denominado “juicio del siglo”, donde el fiscal especial del Vaticano, Alessandro Diddi, está pidiendo una pena carcelaria de 7 años con tres meses contra el cardenal Angelo Becciu, quien fuera sustituto de la Secretaría de Estado del año 2011 al 2018 y está acusado de fraude y otros delitos, el embajador de México en el Vaticano, Alberto Barranco, reflexiona sobre la relevancia que tiene este caso para la iglesia católica.
Según Barranco, “si se acumularan toda la sentencias que está pidiendo el fiscal, estaríamos hablando del 73 años [de cárcel] divididos entre 9 implicados más”
El motivo de este juicio contra el cardenal Becciu es por fraude, “en relación con la compra de carácter especulativo de un edificio en la ciudad de Londres, concretamente en el centro de la ciudad”.
“El edificio fue adquirido en 350 millones de euros y fue vendido en 215 millones. Estamos hablando pues de una pérdida de 135 millones de euros para las arcas de la Santa Sede”.
Alberto Barranco, embajador de México en el Vaticano
El experto, señala que “el asunto involucra no solamente a funcionarios del Vaticano, sino también a brokers, intermediarios inmobiliarios y desde luego agentes de cuestiones que tienen que ver con valores”.
Aunque se trata de un juicio en el que resaltan varios ilícitos, nuestro colaborador dice que “en el caso concreto del cardenal Becciu, se le implica en malversación de fondos, soborno y peculado”. Mientras que “a los otros se les implica en cuestiones como lavado de dinero, sobornos y algunos delitos relacionados con operaciones fraudulentas”.
Alberto Barranco asegura que “este escenario es inédito porque se trata de una denuncia presentada hace dos años por el Banco del Vaticano, conocido hoy como el fondo para las obras de la religión y porque primera vez en la larga historia de la Iglesia, se está llevando un juicio de carácter penal a un cardenal”.
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