En su videocolumna del día de hoy, el embajador de México en el Vaticano, Alberto Barranco reflexiona sobre el próximo viaje que el Papa Francisco realizará a Irak, en lo que será su viaje número 33 de carácter apostólico.
El embajador señala que la visita del Papa a tierra iraquí será el primero después del gran paréntesis provocado por la pandemia de COVID-19.
“A partir de mañana el Papa Francisco inicia lo que será su viaje número 33 de carácter apostólico. El pontífice había ido hace 14 meses tanto a Tailandia como a Japón en lo que fue su último viaje”
Barranco destaca lo dicho por el Papa Francisco ante “la idea de visitar a un país que ha sido devastado por la guerra, que ha tenido problemas de persecución religiosa y mucho sufrimiento”:
“El Papa dice que pese a las advertencias que le han hecho, ‘no puede decepcionar a ningún pueblo por segunda ocasión”, refiriéndose a la vez que el propio Juan Pablo II había ofrecido ir a la ciudad de Ur de Caldea y no fue porque le aconsejaron no hacerlo.
“Incluso el propio Papa emérito Benedicto XVI ha dicho que es delicado ir a un viaje de ese tipo”.
De ahí que, finalmente el Papa Francisco dijera “voy en una misión de hermandad, fraternidad”, asegura el funcionario.
Los detalles de la visita del Papa Francisco a Irak
Nuestro nuevo colaborador destaca que “hay algunas providencias en relación con la inseguridad y la pandemia” en la visita del sumo pontífice a Irak.
“La primera de ellas es que el Papa no va a utilizar el clásico ‘papamóvil’ que conocemos en México, sino que va a ir en un automóvil cerrado recorriendo las calles”.
Asimismo, destaca que “habrá cuatro reuniones cerradas con un máximo de 150 funcionarios iraquíes, dos celebraciones eclesiásticas, una de ellas la Catedral de San José de Bagdad con un máximo de 100 fieles en cada una”.
“Habrá seis ciudades que recorra el Papa y en una de ellas, tendrá lugar una reunión masiva en un estadio con capacidad para 30 mil personas, pero donde sólo asistirán 10 mil”.
¿Qué unirá a los musulmanes, judíos y cristianos?
El embajador cuestiona ¿cuál es el tronco común que podría unir a los musulmanes, judíos y cristianos?, y señala que podría ser la figura del profeta Abraham.
“Abraham fue hace dos mil años antes de Cristo, el hombre que conjuntó las tres ramas, y que de alguna forma lo consideran justamente el precursor de las tres religiones, por lo cual hay un motivo de unidad”.
Y es que, según el especialista, es precisamente en la unidad donde “el Papa ha puesto a esta gira de carácter apostólico, y en la idea de “todo somos hermanos”.
“En ese marco se vincularía a estas tres sectas de carácter religioso en una sola que finalmente tenga como común denominador la fraternidad de la que ha hablado el pontífice en su última encíclica Fratelli Tutti”.
“Un viaje que esperemos sea beneficioso no solamente para el pueblo de Irak sino para toda la humanidad en momentos difíciles”, concluye Alberto Barranco.