Alberto Barranco mencionó que poco antes de volar a la ciudad de Apulia para sostener 10 encuentros bilaterales con jefes de Estado, asistentes a la reunión del G7, el Papa Francisco tuvo un encuentro con 105 cómicos procedentes de diversos países del mundo.
El embajador de México en el Vaticano dijo que la singular reunión tuvo lugar en la Sala Clementina del Palacio Apostólico y fue organizada por dos dicasterios, el de Educación y Cultura y el de Comunicación.
“A la reunión acudieron figuras de la televisión, cartonistas, libretistas y algunos artistas de carácter callejero. Se trataba básicamente de hablar de la risa”.
Alberto Barranco
El diplomático señaló que la risa, como lo dijo el Papa, es contagiosa, es un antídoto contra el egoísmo y el hecho que la gente no quiera convivir con los demás, es un antídoto contra el aislamiento.
También dijo que al mismo tiempo el lenguaje del humorismo hace más empáticas y solidarias a las personas. La risa finalmente está en la oración que pronunció el mismo santo Tomás Moro, el santo de los laicos.
Alberto Barranco recuerda que en aquella ocasión Santo Tomás le pedía a Dios que le diera una buena digestión, pero también le pedía que le diera sentido del humor para tener una buena salud.
El Papa Francisco es tradicionalmente bromista y de pronto les pidió, como siempre lo hace con los asistentes, pidió que recen por él, pero en esta ocasión le dijo háganlo en mi favor, no en mi contra.
“El Papa es bromista y esta vez fue mucho más de lo que siempre ha sido y de pronto habló de que Sara, la que fuera esposa de Abraham, el profeta, se había reído internamente de Dios y esto fue cuando Dios les prometió, ya muy ancianos, que iban a tener un hijo”.
El embajador de México en el Vaticano relata que el Papa Francisco saludó personalmente a los asistentes y ellos aprovecharon para hacer sketches, para improvisar algunos actos de humorismo, y desde luego para tomarse decenas y decenas de selfies aprovechando la figura del Pontífice.
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