“Por segundo año consecutivo la cena de Navidad se ha convertido en el eje del debate entre parlamentos y gobiernos de países europeos”, asegura el embajador de México en el Vaticano, Alberto Barranco, quien reflexiona sobre el actual escenario de la pandemia de COVID-19 en torno a las celebraciones navideñas.
“Esta vez hay una advertencia de por medio ante el avance de la variante omicron del COVID-19, y es que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha decidido recomendar que no se lleve a cabo la cena de Navidad”.
Sin embargo, Barranco asegura que “finalmente se ha llegado a la conclusión de sí haya cena y no se cancele el festejo, pero sí se modere”, y expone algunas de las recomendaciones implementadas por algunos países europeos.
“En Países Bajos por ejemplo, la posibilidad [de la cena de Navidad] se constriñe a dos personas por mesa y en el caso de la Navidad a cuatro, a seis personas en España y 10 en Italia”.
Además, sostiene “hay una serie de recomendaciones adicionales que se han colocado en la escena del debate”, tales como “que los empresarios obliguen a sus trabajadores a tener la vacuna”.
Y en el caso de Italia concretamente, “si antes se exigía el “Green Pass”, es decir, demostrar que se tenía la doble vacuna, ahora ya surgió el “Super Green Pass”, que obliga a que se tengan las tres dosis de vacuna.
“Por otro lado, el cubrebocas que se había vuelto ya figura decorativa en las calles de varios países europeos, ahora ha regresado”.
Y también “ha regresado la imposibilidad de ingresar a un restaurante, museo o sitio público si no se tiene además del “Green Pass” o el “Super Green Pass”, una prueba antiCOVID-19.
De acuerdo con nuestro colaborador, esto “ha generado protestas, marchas, plantones y huelgas en varios países”. No obstante, sostiene que “la decisión es indiscutible, ya no hay forma de que la Navidad regrese, por lo menos éste año, a lo que había sido tradicionalmente”.
En cuanto a la tradicional misa que celebra el Papa Francisco en la Basílica del Vaticano, Alberto Barranco dice que “esta vez será solamente con acceso restringido”, y que “aunque podrá televisarse a todo el mundo, no todos podrán entrar a esta misa tradicional”.
“Pareciera pues que la pesadilla se mantiene todavía y esperamos que el año que entra la situación mejore”.