La vacuna COVID-19 inactivada de China ha demostrado una protección potente contra el SARS-CoV-2 que causa la enfermedad, al menos en experimentos realizados hasta el momento con animales, según un estudio publicado en la revista Cell.
Las vacunas inactivadas usan la versión eliminada del germen que causa una enfermedad, induciendo altos niveles de concentraciones de anticuerpos neutralizantes para proporcionar protección contra el SARS-CoV-2.
Un anticuerpo neutralizante puede defender una célula de un patógeno o una partícula infecciosa al eliminar cualquier efecto biológico.
Hasta ahora ha sido probada en ratones, ratas, cobayas, conejos y primates no humanos, incluidos monos cynomolgus y macacos rhesus.
Las inmunizaciones de dos dosis con dos microgramos de cada dosis proporcionaron una fuerte protección contra un desafío intratraqueal de SARS-CoV-2 en macacos rhesus. No se detectó una mejora de la infección dependiente de anticuerpos en el experimento.
De acuerdo con los investigadores, la vacuna exhibe alta productividad y buena estabilidad genética para la fabricación, lo que respalda su posterior evaluación en un ensayo clínico.
La investigación sobre el candidato a la vacuna, llamada BBIBP-CorV, fue realizada conjuntamente por el Instituto de Productos Biológicos de Beijing bajo el Grupo Nacional de Biotecnología de China, el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Academia China de Ciencias Médicas y otras instituciones.
La vacuna inactivada candidata fue aprobada para ensayos clínicos a fines de abril, según el Grupo Nacional de Biotecnología de China.
El Instituto de Productos Biológicos de Beijing ha aumentado su capacidad de fabricación mediante la construcción de una gran unidad de producción en Beijing que cumple con los altos requisitos de protección de bio-seguridad. La unidad podrá producir de 100 a 120 millones de vacunas COVID-19 inactivadas por año una vez que comience la producción en masa, lo que ayudará a garantizar un suministro adecuado.
El ministro de Ciencia y Tecnología, Wang Zhigang, dijo en una conferencia de prensa el domingo que China hará de su vacuna COVID-19 "un bien público mundial" cuando esté lista para su aplicación.
Actualmente, China está desarrollando vacunas COVID-19 en cinco categorías: vacunas inactivadas, vacunas de proteínas recombinantes, vacunas vivas atenuadas contra la influenza, vacunas de adenovirus y vacunas basadas en ácido nucleico.
Hasta la fecha, sólo cuatro vacunas inactivadas y una vacuna de adenovirus han sido aprobadas para ensayos clínicos, en aquel país.