La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló un prototipo de hisopos biodegradables, los cuales son usados para realizar las pruebas de coronavirus y que han escaseado en medio de la pandemia.
De acuerdo con Celia Sánchez Pérez, investigadora del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, y líder del proyecto, estos hisopos biodegradables se desintegra en aproximadamente 90 días y se trata de un desarrollo en impresión en 3D.
"Es una técnica muy versátil que actualmente se usa de manera muy recurrente y rápida para realizar diferentes diseños". Celia Sánchez Pérez, investigadora del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM.
La investigadora de la UNAM explicó que estos hisopos usados en las pruebas de diagnostico de coronavirus fueron hechos sin pretensión de replicar los ya existentes, sino más bien para simplificar su fabricación manteniendo sus características requeridas para su uso.
El proyecto desarrollado en la máxima casa de estudios del país tiene dos versiones: vía nasal y vía oral. Esto debido a que los hisopos son utilizados para recolectar una muestra de células, recolectada a través de un frotamiento de la mucosa faringea, tanto vía nasal como oral.
Para hacerlos amigables con el medio ambiente, se logró utilizar un material llamado biocompatible, es decir, que no daña ni causa alguna reacción en el organismo humano. Contrario a los hisopos comerciales, que son bastoncillos con fibras hiladas poliméricas, específicamente de nylon en la punta.
Actualmente los hisopos biodegradables se han distribuido en diversos hospitales y en la clínica de diagnóstico de coronavirus que tiene la UNAM, para que realizaran pruebas.
"Estamos en el momento más crítico de la pandemia, y dado que son escasos los insumos en los hospitales, de momento las pruebas están un poco paradas". Celia Sánchez Pérez, investigadora del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM.
El diseño de hisopos biodegradables desarrollados en la UNAM está listo para poder fabricarse en masas; sin embargo, la investigadora reconoció que es necesaria la acción solidaria de las diferentes fuerzas del país, entre ellas, las universidades, el Estado, las industrias e incluso los actores sociales.