Una variación morfológica hizo que Mozart, Frank Sinatra y Freddie Mercury fueran unos genios de la música. Expertos en neurociencia descubrieron que estos músicos poseían un oído absoluto y que su cerebro era diferente del resto de las personas del mundo.
Científicos de las universidades de Delaware en Estados Unidos y Toronto en Canadá demostraron que las personas que poseen oído absoluto, que es la capacidad de poder identificar y recrear notas musicales sin necesidad de tener un tono de referencia tienen la corteza auditiva, es decir, la región del cerebro encargada de la audición, más grande que el resto de individuos que no han sido dotados de esa capacidad, el hallazgo fue publicado en The Journal of Neuroscience.
Los especialistas creen que esta diferencia en la forma del cerebro hace que las personas puedan procesar una banda de frecuencias más amplia de lo normal.
Esto se determinó a partir de realizar un estudio de identificación de sonidos en el que participaron voluntarios que poseían "oído absoluto", otros que no tenían esta capacidad, pero que contaban con formación musical y unos más que no poseían ninguna de las dos condiciones.
Los resultados obtenidos demostraron que las personas con oído absoluto son capaces de identificar el 100% de los tonos escuchados, mientras que una persona promedio y con formación musical sólo logra identificar el 8% de las notas.
Fue gracias a las imágenes que se obtuvieron por resonancia magnética del cerebro de los participantes, que los expertos pudieron encontrar que la corteza auditiva de los que tenían oído absoluto era significativamente mayor en comparación con el resto de los voluntarios, y que además no había diferencias entre los otros dos grupos de participantes.
Esta habilidad auditiva fue de gran ayuda en la carrera musical de prodigios como Mozart, Frank Sinatra y Freddie Mercury. Otros casos de oído absoluto son el "Rey del pop Michael Jackson, Mariah Carey y Bach.