Los científicos han advertido en repetidas ocasiones sobre condiciones de temperatura y humedad causadas por olas de calor mortales, en un mundo abatido por el cambio climático. Malas noticias: el futuro es ahora y las olas de calor mortales ya han llegado a diversas partes del mundo.
- Según una publicación en la revista Science Advance, las olas de calor mortales se han limitado a áreas focalizadas y han durado sólo unas horas, aunque están aumentando en frecuencia e intensidad.
Los expertos han revisado los registros locales para identificar miles de episodios donde la combinación de altas temperaturas y alta humedad se ha elevado a niveles en los que humanos no podrían sobrevivir por mucho tiempo, en Asia, África, América del Sur y del Norte, y Australia.
Hay muchas formas en que las olas de calor mortales pueden provocar la muerte; un grupo identificó 27, pero en su forma más simple, una especie adaptada para mantener una temperatura estable temblando cuando hace frío y transpirando cuando hace demasiado calor, puede ser abrumado por altas temperaturas o en condiciones en las que el cuerpo ya no puede perder calor porque el aire está demasiado húmedo para evaporar la transpiración.
Sobrevivirá el más apto
- Los científicos miden tales peligros y llaman a este efecto una temperatura de "bulbo húmedo".
- Humanos fuertes y adaptados no pueden trabajar de forma segura al aire libre cuando se alcanzan los 32 grados Celsius.
Lecturas potencialmente fatales identificadas en informes por hora de siete mil 877 estaciones meteorológicas entre 1979 y 2017 confirman que tales temperaturas ya han alcanzado características de olas de calor mortales, e incluso tan altos como 35 grados Celsius, en diversos lugares del mundo como son:
- Arabia Saudita
- Doha, en Qatar
- Emiratos Árabes Unidos
- Texas, Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida, en Estados Unidos
- India
- Bangladesh
- China
- Australia
- Irán
Los investigadores comenzaron a advertir hace años de las olas de calor mortales y humedad extremas en un mundo en el que los humanos continúan quemando combustibles fósiles y aumentan concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Los estudios repetidos han confirmado la realidad.
"Estudios anteriores proyectaban que esto sucedería en varias décadas, pero está sucediendo ahora", señaló Colin Raymond, quien completó la investigación en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty en la Universidad de Columbia: "Los tiempos que duran las olas de calor mortales aumentarán y crecerán las áreas que afectan, en correlación directa con el calentamiento global".