Un equipo de investigadores en Reino Unido descubrió una nueva criatura que habitó la tierra hace miles de años en la región del sur de Australia.
Los científicos nombraron a esta nueva especie animal como "Makurpina", que significa "huesos grandes" en Dieri y Malyangapa, dos idiomas aborígenes que se hablan en la región del sur de Australia, sitio donde se encontró el fósil.
Los restos fósiles de la Makurpina fueron encontrados en la década de 1970 en un sitio de 25 millones de años en el lago Pinpa en el noreste de Australia del Sur por una expedición dirigida por el difunto Dr. Richard Tedford del Museo Americano de Historia Natural.
Consta de un cráneo parcial y la mayor parte del esqueleto con los cuales fue posible determinar que pesaba alrededor de 150 kg, similar al tamaño de un oso negro, y que probablemente era un cavador fuerte.
Después de un análisis de las relaciones evolutivas de la Mukupirna, fue posible saber que está estrechamente relacionada con los wombats, pero con características propias que muestran que es el único miembro conocido de una nueva familia de marsupiales que antes era desconocido para la ciencia.
De acuerdo con Robin Beck, profesor de biología de la Universidad de Salford, y quien dirigió el estudio, "los restos de la Markupina son los mejor conservados que se conocen de uno de los marsupiales de esa época en Australia"; lo cual ayuda mucho a saber sobre la evolución de wombats, koalas y sus parientes.
Se estima que la Markupina puedo tener cinco veces más el tamaño promedio de un wombat como lo conocemos hoy, es decir, poco menos de un metro.
Es notable por su gran tamaño: ésta era claramente una bestia impresionante y poderosa". Robin Beck, profesor de la Universidad de Salford.
Beck dijo que "los koalas y los wombats son animales increíbles, pero animales como Mukupirna muestran que sus parientes fósiles eran aún más extraordinarios, y muchos de ellos eran gigantes".
Se cree que la Mukupirna probablemente vivió en un ambiente de bosque abierto sin pastos, pero tenía dientes que estaban bien adaptados para alimentarse de juncias, raíces y tubérculos que podría haber excavado con sus poderosas patas delanteras.
El estudio fue realizado entre la Universidad de Salford, la Universidad Griffith, el Museo de Historia Natural de Londres, la Universidad de Nueva Gales del Sur y el Museo Americano de Historia Natural, por ello, el profesor asociado Julien Louys, de la Universidad Griffith, coautor del estudio, dijo que "la descripción de esta nueva familia llena una pieza crucial que falta en el antiguo bestiario de Australia".