La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés) hace historia una vez más, en esta ocasión al acercarse al Sol y no fallar en el intento. La misión lanzada en 2018 logró proximidad a la ardiente corona, la capa más externa de la atmósfera solar, para descubrir lo que describieron los investigadores como "un mundo sorprendentemente caótico".
"¡Descubrimos cosas que no esperábamos en absoluto! Especialmente que la velocidad del viento solar no es en absoluto regular. Puede aumentar de manera muy impulsiva, a veces de 100/150 km por segundo. Es muy extraño". Matthieu Berthomier, coautor del proyecto.
¿Cómo logró la NASA acercarse al sol?
A través de la sonda Parker de la NASA, fue como lograron introducirse a los misterios del Sol.
La sonda Parker de la NASA es del tamaño de un auto y está protegida por un escudo térmico, características que la convirtieron en la construcción humana que más se ha acercado al sol.
Desde su lanzamiento, el 12 de agosto de 2018, Solar Probe avanzó a toda velocidad hacia el Sol, lo que la colocó como la sonda que batió récord por su mayor velocidad por unidad de masa.
Su principal objetivo es resolver el misterio que ha estado presente en la humanidad desde hace muchos años: ¿qué es lo que calienta la corona solar?
Los científicos esperan resolver este misterio a lo largo de la misión de la sonda, que todavía se prolongará unos seis años, acercándose lo máximo al Sol en 2024. Enviará datos cada cinco meses durante los próximos seis años a la NASA.
¿Qué ha encontrado hasta el momento la Nasa respecto al sol?
Como un descubrimiento importante de esta expedición, los especialistas de la NASA destacan que la parte más externa de la atmósfera del Sol es curiosamente 200 veces más caliente que la superficie de la estrella.
"La corona halla por lo tanto una manera de calentarse ella misma. Buscamos determinar los procesos físicos que lo permiten", Alexis Rouillard, coautor de los trabajos.
Sobre el enigmático viento solar, se trata de un flujo de partículas ionizadas, que nacen en las altas capas de la atmósfera solar.
Los científicos también se sorprendieron con el comportamiento del campo magnético, que seguramente desempeña un papel en el misterio del calentamiento de la corona.
"Estas observaciones cambiarán fundamentalmente nuestra comprensión del Sol y del viento solar y, por lo tanto, nuestra capacidad de prever eventos meteorológicos espaciales". Justin Kasper, de la Universidad de Michigan y coautor de los trabajos.