Pocos lugares en el planeta aún se conservan vírgenes. Tal es el caso de la isla Surtsey, ubicada a 30 kilómetros de la costa sur de Islandia.
Surtsey es la isla más joven del mundo: emergió a la superficie el 14 de noviembre de 1963 tras las violentas erupciones volcánicas que sucedieron ese año.
Derivado de los fuertes vientos y las olas del océano Ártico, la isla volcánica va perdiendo dimensión año con año. Se calcula que fue en 1967 cuando alcanzó su tamaño máximo de 2.7 kilómetros cuadrados.
La isla de Surtsey no está abierta al público: para poder visitarla debe de ser con fines científicos y con previa y estricta autorización de las autoridades locales, quienes buscan protegerla de toda contaminación para estudiar el origen de la vida en la Tierra.
- Sus visitantes tienen prohibido ingresar productos químicos, semillas y muestras orgánicas que puedan cambiar su ecosistema.
Los expertos prevén que la formación desaparezca hacia el año 2100, por lo que cualquier persona, sea quien sea que tenga la inquietud de visitar el misterioso lugar, debe de ser revisada minuciosamente.
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