Casi 40 años después que fue encontrado en una cueva de China, científicos revelaron el miércoles que un fragmento de quijada fosilizado proviene de un misterioso pariente de los neandertales.
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Los únicos restos conocidos de estos homínidos eran unos pedazos de hueso y dientes recuperados de una cueva siberiana. El ADN de dichos fósiles mostró un parentesco con los neandertales, pero los restos no divulgaron grandes hallazgos.
- El nuevo descubrimiento se hizo a unos dos mil 300 kilómetros en el sureste de la provincia de Gansu, China
La mitad derecha de la mandíbula tiene por lo menos 160 mil años de antigüedad, pero no se encontró ningún rastro de ADN. Eso mostró que el fósil pertenece a los denisovanos, informaron a la revista Nature.
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El hallazgo aborda varios misterios: uno fue la razón por la cual los denisovanos se adaptaron a vivir a grandes alturas. "Ahora tenemos una explicación", comentó Jean-Jacques Hublin del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, uno de los autores del informe.
De hecho, cualquier familiar humano pudo vivir en el clima frío y aire enrarecido de la meseta en ese entonces, más de 100 mil años antes de que nuestra especie apareciera por ahí".
Las investigaciones anteriores habían señalado que los denisovanos debieron haber vivido en algún otro lugar además de Siberia, debido a que se pueden encontrar rastros de su ADN en varias poblaciones actuales de Asia y Australia cuyos ancestros probablemente no pasaron por esa región.