La piedra de Rök, un bloque de granito sobre el cual los vikingos inscribieron hacia el siglo IX el texto rúnico más largo que se conoce, pudo haber sido erigida para pedir el fin de una crisis climática, según un estudio publicado este miércoles por la universidad sueca de Uppsala.
La roca de granito yace cerca del lago Vättern, en el sur de Suecia, y tiene más de 700 runas perfectamente legibles en sus cinco lados.
A diferencia de lingüistas y arqueólogos que aseguran que las inscripciones grabadas aluden al emperador Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos, esta nueva interpretación sostiene que "la inscripción refleja la angustia provocada por la muerte de un hijo y el temor a una nueva crisis climática similar a la catástrofe ocurrida después del año 536 a.C".
Según los investigadores, el texto hace referencia a una batalla heroica que describe como "el conflicto entre la luz y la oscuridad, el calor y el frío, la vida y la muerte".
El estudio supone que la piedra fue grabada después de un cambio climático que provocó temperaturas muy bajas, la pérdida de cosechas, hambrunas y extinciones masivas.
Antes de que se erigiera la piedra de Rök, tuvieron lugar una serie de acontecimientos extraños", recordó el arqueólogo Bo Gräslund en un comunicado de prensa.
"Una poderosa tormenta solar incendió el cielo con tintes rojos espectaculares, las cosechas sufrieron de un verano extremadamente frío y luego se produjo un eclipse solar justo antes del amanecer", indicó el arqueólogo, agregando que estos fenómenos probablemente fueron interpretados por los vikingos como la llegada de lo que se conoce en la mitología nórdica como "Fimbulvetr", un invierno que dura tres años.
Según los investigadores, esta nueva lectura de la piedra de Rök coincide con las narraciones históricas y mitológicas de otros textos escritos por vikingos.