Los resultados de un nuevo estudio demostraron que tener un desayuno copioso no ayuda a bajar de peso. Es todo lo contrario: contribuye al aumento de peso debido a una mayor ingesta de calorías.
El mito de que desayunar ayuda a perder peso fue refutado por una investigación científica que concluyó que empezar el día comiendo en grandes cantidades no hace que se sienta menos hambre durante el resto de la jornada.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista The BMJ, las personas que desayunan regularmente consumen más calorías todos los días, lo que impide que pierdan peso. Mientras tanto, aquellas que, al contrario, no comen por las mañanas, no tienen más apetito al final del día, por lo que no aumentan de peso.
La investigación
- Los experimentos incluyeron a personas que desayunaban regularmente y a otras que empezaban el día en ayunas.
Cinco casos incluían a participantes con sobrepeso, y en el resto participaron personas con diferentes rangos de masa corporal. Algunos ensayos estaban dedicados a cómo el desayuno afectaba la ingesta diaria de energía y otros examinaban la relación entre comer por la mañana y los cambios en el peso corporal.
Los investigadores descubrieron que "las personas que desayunan tienden a ingerir un promedio de 260 calorías extra por día y tienden pesar más".
Los resultados sugieren que desayunar contribuye al aumento de peso "simplemente por una mayor ingesta de calorías".
Creo que la clave para perder peso es la cantidad de calorías que comes" señaló uno de los investigadores.
Sin embargo, aseguran que las personas que están acostumbradas a desayunar no deben de dejar de hacerlo sino simplemente contar las calorías que consumen durante la mañana y ver cómo las combinan con el resto de las comidas del día.