Ophionereis commutabilis es el nombre de una especie cavernícola de ofiuroideo recién descubierta en la cueva El Aerolito en Cozumel, Quintana Roo.
Los ofiuroideos son un grupo de animales marinos con características distintivas en su piel. Su mismo nombre en griego los define, pues es un equinodermo: ekhino: púa, y derma: piel. A este mismo grupo pertenecen las estrellas, los erizos, los lirios y los pepinos de mar.
Los autores de esta investigación, publicada en Molecular Phylogenetics and Evolution, son Guadalupe Bribiesca-Contreras, Tania Pineda-Enríquez, Francisco Márquez- Borrás, Francisco Alonso Solís-Marín, Heroen Verbruggen, Andrew F. Hugall y Timothy OHara.
Este descubrimiento, considerado un producto de la evolución, pues de las más de dos mil especies de ofiuroideas que estaban documentadas desde 2010, únicamente dos viven en cuevas (una en Estados Unidos y la otra en Japón). Ahora, en 2019, se acaba de sumar una tercera, y es mexicana.
- La especie está en peligro de extinción y la amenaza proviene de las actividades humanas (antropogénicas), específicamente de un complejo hotelero.
No es una estrella de mar
Esta ofiuroidea pertenece al grupo taxonómico de los equinodermos; en otras palabras, los ofiuros son grupos hermanos de las estrellas de mar, pero no son del mismo género. Tienen rasgos similares, mas morfológicamente son diferentes.
Tienen el cuerpo pequeño y aplanado, el cual está formado por un disco redondo y cinco brazos delgados y largos que llegan a medir entre 18 y 20 centímetros. Tales extremidades lucen como serpientes, razón por la cual reciben su nombre, debido al gran parecido. En griego ophis significa serpiente, y oura cola, indicó el investigador Francisco Alonso Solís Marín.
A diferencia de las estrellas de mar, los ofiuroideos no poseen ojos. Solís Marín, explicó que Aproximadamente hace seis años se confirmó que las estrellas de mar poseían omatidios: ojos compuestos capaces de distinguir siluetas y ver dentro del agua.
El también curador de la Colección Nacional de Equinodermos de esta casa de estudios precisó que tienen la hipótesis de que esta nueva especie de ofiuroideo puede ser bioluminiscente, es decir, que emite luz propia; sin embargo, aún no lo han podido demostrar.