La píldora del tamaño de un arándano, liberaría insulina en el estómago de las personas, lo que podría reemplazar las inyecciones diarias en los pacientes con diabetes tipo 2 y fue desarrollada por un grupo de investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés).
El desarrollo contiene una pequeña aguja hecha de insulina comprimida, la cual se inyecta después de que la grajea llega al estómago. Cuando la punta de la aguja se inyecta en la pared del estómago, la insulina se disuelve a una velocidad controlada, en el estudio tomó cerca de una hora para que todo el medicamento fuera liberado en el torrente sanguíneo.
Sin efectos adversos
En las pruebas los especialistas demostraron con éxito la administración de hasta 300 microgramos de insulina y lograron aumentarla a cinco miligramos, una dosis comparable a la que se inyecta un paciente con diabetes tipo 2.
En el artículo publicado en la revista Science no se hallaron efectos adversos en el uso de la cápsula, hecha de polímeros biodegradables y componentes de acero inoxidable. La píldora puede pasar sin contratiempos a través del sistema digestivo.
Los resultados también arrojaron que el dispositivo se puede adaptar para la administración de otros fármacos proteicos.