Entre los síntomas que enfrentan los pacientes de COVID-19 está la pérdida del sentido del gusto y el olfato. Pero, ¿por qué el nuevo coronavirus afecta esos sentidos en el ser humano?
La respuesta estaría en lo que utiliza el COVID-19 para entrar e infectar el organismo de las personas. Según la BBC, la nueva cepa del virus utiliza dos proteínas de la superficie de las células para poder ingresar en ellas: ACE2 (Angiotensin converting enzyme II) y TMPRSS2 (transmembrane serine protease 2).
Estas dos herramientas de entrada al cuerpo humano infectan las células de soporte del epitelio olfatorio, produciendo un daño a las neuronas sensitivas olfatorias y con ellos el sentido del olfato de las personas que padecen COVID-19.
Mientras que el sentido del gusto, que nos permite detectar sabores, también es blanco de los estragos que hace el virus en el organismo.
Estos sabores son percibidos por las papilas que tienen unos receptores denominados yemas gustativas, éstas están formadas por tres tipos de células: células receptoras gustativas, células de soporte y células precursoras o basales.
- Y son, justamente, las yemas gustativas las que son afectadas por las ACE2 y TMPRSS2, causando que el sentido del gusto disminuya tal como lo hace con el olfato.
¿Se trata de daños irreversibles a los sentidos?
Cuando el combate a COVID-19 es favorable, los daños que el virus causó en el gusto y el olfato se revierten.
El sentido del olfato se recupera en un plazo de 60 días aproximadamente, una vez que supera la enfermedad. Mientras que el sentido del gusto podría volver a la normalidad entre 10 y 14 días.