El repentino brote del coronavirus (Orthocoronavirinae) y la rápida propagación en el mundo de la nueva cepa que ha infectado a más de un millón de personas, hicieron surgir las teorías sobre el supuesto origen de la pandemia.
Una de ellas, tal vez la más fuerte de todas, es que el COVID-19 es invento de laboratorio. La teoría señala dos hipótesis: la primera es que un laboratorio chino logró la creación del coronavirus (Orthocoronavirinae) como una poderosa arma biológica que utilizó contra las grandes potencias mundiales.
La segunda refiere que la nueva cepa, cuyos primeros casos fueron confirmados en la ciudad de Wuhan, China, escapó de un laboratorio del gigante asiático en un descuido de los supuestos investigadores.
Pero, ¿qué tan ciertas son estas teorías?
Un grupo de investigadores consultados por la BBC, logró responder esa interrogante. El coronavirus (Orthocoronavirinae), que ha cobrado la vida de casi 70 mil personas hasta el corte de domingo 5 de abril, no pudo ser creado en ningún laboratorio.
- De acuerdo con lo expertos, el COVID-19 no es una invención humana, sino un producto de la naturaleza.
Pudimos determinar, a partir de decodificar el material genético del nuevo coronavirus, que no se trata de una creación de laboratorio, sino que es producto de la evolución natural. Pudimos establecer que, a partir de las características genéticas del SARS-CoV-2, es imposible que alguien pudiera haberlo creado en un laboratorio", Robert E. Garry, profesor de la Universidad de Tulane, Estados Unidos, y uno de los miembros del equipo de investigación.
Para llegar a esos resultados, los especialistas analizaron el material genético de la nueva cepa que surgió a finales del año pasado y lo compararon con los virus que actualmente están en los laboratorios de virología.
Si se tratara de una construcción de laboratorio, se tendría que haber utilizado un virus previamente conocido como plantilla. El virus más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago que fue secuenciado después de que comenzó la pandemia. Además, ese virus de murciélago es solo un 96% similar al SARS-CoV-2. No es posible completar esa distancia genética (4%) en un laboratorio", Robert E. Garry, profesor de la Universidad de Tulane, Estados Unidos, y uno de los miembros del equipo de investigación.
Con estos resultados las teorías conspirativas sobre que la supuesta intervención de la mano humana fuera la causante de la pandemia que se ha extendido a más de 150 países o territorios, quedó fuera.
Además, a decir del investigador encargado del estudio, haber analizado el coronavirus (Orthocoronavirinae) permite conocer cómo evolucionan este tipo virus.