Ante el aumento de consumidores de cigarrillos electrónicos, que se estima llegue a 55 millones de personas en todo el mundo en 2021, un grupo de científicos inició un estudio sobre el impacto que estos dispositivos tienen en el medio ambiente.
Los primeros resultados de esta investigación en la que participaron expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, revelan cambios mínimos e indican que no aportan los contaminantes típicos del tabaco.
¿Qué sustancias se queman?
Los especialistas informaron que los cigarrillos electrónicos suministran nicotina al sistema pulmonar, evitando la quema de tabaco.
Los cigarros electrónicos, comercializados principalmente para reducir el consumo de cigarros convencionales, tienen mezclas de glicerina u otros compuestos orgánicos que se vaporizan para simular la generación de humo y actuar de transportadores de nicotina.
El estudio
Los expertos realizaron pruebas en una habitación cerrada, sin ventilación directa al exterior, y recurrieron a cinco personas no fumadoras que permanecieron en el interior de la estancia durante 12 horas; a este grupo se sumaron cinco consumidores de cigarros electrónicos.
Los datos que obtuvieron mostraron que la actividad de "vapear" no aumentaba la presencia de contaminantes en el aire, y que en los casos en que se observaron aumentos se trataba de concentraciones bajas.
Estos resultados ofrecen información sobre el impacto del uso de cigarrillos electrónicos en la salud de los individuos, especialmente en lugares cerrados, y puede ser valiosa a la hora de establecer las regulaciones oportunas en torno al uso de dichos dispositivos, sobre todo en comparación con el consumo de tabaco tradicional.
- El dato: El consumo de este tipo de cigarrillos aumentó en los últimos años; de acuerdo con Euromonitor Internacional, el número de consumidores ha pasado de unos 6 millones en todo el mundo en 2011 a 25 millones en 2016, y se estima que para 2021 la cifra ascienda a 55 millones.