Una guerra tributaria internacional podría ser desencadenada por la controvertida reforma fiscal promovida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Lo que ocurrirá es que al recortar la tasa corporativa, reducir las lagunas que las firmas usan para proteger las ganancias en el exterior y revisar el trato hacia las empresas multinacionales, Estados Unidos se perfila a convertirse en un lugar más atractivo para hacer negocios.
Sin embargo, algunos de los nuevos artículos, incluido un beneficio para los exportadores, pueden violar normas y tratados internacionales, por lo que los ministros de finanzas europeos ya han expresado su preocupación sobre algunos de los planes.
Ante esto, es probable que EU enfrente desafíos a algunas medidas y la combinación de cambios podría presionar a otros países para que reescriban sus propias reglas, tal vez reduciendo los impuestos, explicó Reuven Avi-Yonah, profesor de derecho en la Universidad de Michigan.
"Hay aguas turbulentas por delante. La verdadera pregunta es cómo reaccionarán otros países". Reuven Avi-Yonah
De acuerdo con los expertos en la materia, tomará al menos un año entender las implicaciones de los efectos a nivel internacional.
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