La fiscalía francesa abrió una investigación sobre las prácticas de Apple, tras las revelaciones de que la compañía maniobró en secreto para bajar la velocidad de las versiones antiguas de sus dispositivos.
La pesquisa se inició la semana pasada, indicó el martes la fiscalía de París, y está dirigida por el organismo galo responsable del control de fraude, dependiente del Ministerio de Finanzas.
El caso sigue a una demanda presentada en diciembre por una asociación francesa de consumidores que aspira a detener la obsolescencia programada de dispositivos por parte de las empresas fabricantes.
En Francia es ilegal acortar de forma deliberada la vida de un producto para instar a los usuarios a reemplazarlo. Una ley aprobada en el 2015 lo tipifica como delito punible con un máximo de dos años de cárcel o multa equivalente a 5% de los ingresos anuales de la impresa.
Apple se disculpó en diciembre por reducir en secreto la velocidad de los iPhone antiguos, y alegó que era necesario para evitar apagados forzosos relacionados con problemas de batería.
Se han presentado demandas contra la compañía en Estados Unidos e Israel.
Apple dijo en su portal de internet que "nunca hemos, y nunca haremos, nada que intencionalmente reduzca la viabilidad de un producto de Apple o que aminore la experiencia del usuario a fin de llevar a los clientes a comprar productos actualizados .
La asociación francesa de consumidores, llamada HOP, presentó la demanda el 27 de diciembre. Acusa a Apple de hacer que los smartphones viejos se vayan haciendo más lentos a fin de presionar a los consumidores a comprar el iPhone 8, que había salido al mercado por ese mismo tiempo.
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