Hace unas semanas, el presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Julio Santaella, incendió las redes sociales con un tuit que hacía referencia a un tema que siempre ha estado presente en nuestra sociedad, pero del que nadie quiere hablar y que reavivó una pregunta: ¿Hay racismo en México?
Santella hacía referencia a los resultados del más reciente estudio del INEGI sobre la Movilidad Social Intergeneracional, el cual reveló, entre otras cosas, que el color de la piel influye en el nivel de estudios y oportunidades laborales en el país.
Para ser más precisos, el estudio aplicó una escala cromática que clasifica la piel en 11 tonalidades con el propósito de que el propio entrevistado identificara su color. De las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más clara, solo 10% no cuenta con algún nivel de escolaridad, mientras que la cifra se eleva a 20.2% para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras.
Según el documento, mientras más oscuro es el color de piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen. Cuando los tonos de piel se vuelven más claros, los porcentajes de ocupados en actividades de media y alta calificación se incrementan.
Por otra parte, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) elaborada en 2010, el 20% de los mexicanos se sienten inseguros con su color de piel, mientras que uno de cada cuatro se siente discriminado por su físico.
- "Frijolero", "Indio bajado del cerro a tamborazos", "nopal", "güero de rancho". ¿Te suena familiar? El estudio del INEGI también reveló que el 55% de los mexicanos insulta a otros por su color de piel.