En la era de la tecnología, el Internet y las redes sociales se han convertido en parte de nuestro actual modo de vida.
Los dispositivos electrónicos y la inmediatez de información han otorgado a las personas la facilidad de disponer y difundir contenidos de forma sorprendente, aunque también ha posibilitado prácticas peligrosas.
La pornovenganza es un fenómeno reciente que cobró relevancia en redes sociales como Facebook e Instagram. La definen así:
El acto de compartir material privado con contenido sexual de terceras personas sin su consentimiento, para causar daño
El fin de este tipo de actos es exhibir públicamente a una persona para provocarle vergüenza y dolor, incluso puede ser realizada con fines de chantaje y extorsión.
Para combatir la pornovenganza, Facebook ha implementado un programa piloto con el que intenta proteger a sus usuarios.
En conjunto con eSafety y con una inversión de 4.8 mdd, la red social invita a las personas que han sido víctimas de este fenómeno social, a enviarse a sí mismas sus fotos eróticas por medio de Messenger para que Facebook pueda codificarlas y bloquearlas para que no puedan ser cargadas en la red social.
¿Qué pasa con la pornovenganza en México?
La Comisión de Administración y Procuración de Justicia de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), analiza la propuesta de tipificar la pornovenganza como delito, la cual, de ser aprobada alcanzaría una pena de entre 3 y 5 años de prisión y de mil a 2 mil días de multa para quien cometa estos actos principalmente en redes sociales y en cualquier tipo de soporte (fotografía, video, etc), ya sea dentro o fuera de línea.
Así mismo, la iniciativa contempla la obligatoriedad de las empresas de redes sociales a bloquear dichos contenidos y proporcionar a las autoridades competentes, la información necesaria para combatir este delito.