Aunado a las cenas de Navidad y Año Nuevo, la nostalgia, las bajas temperaturas y hasta la historia genética particular hacen que en invierno se tenga una mayor necesidad de consumir alimentos y más hambre, que de no llevar un control, el riesgo de subir de peso es inminente.
¿Qué efectos causa el frío en la alimentación?
Así como en la temporada de verano la temperatura corporal aumenta, en la invernal el frío provoca un descenso y para recuperarla, el organismo pide más calorías que se manifiesta en antojos de alimentos dulces y con grasa.
Basta con que el cuerpo esté dos o tres grados por debajo de los 36 grados a los que normalmente se encuentra para que el antojo aparezca
Aun cuando en un país con altos índices de sobrepeso y obesidad, y la mayoría de las personas tienen suficientes reservas para hacer frente a esta condición.
Igual que cuando hace calor usamos el sudor para bajar la temperatura, cuando tenemos frío tenemos mecanismos para subir la temperatura que utilizan energía y, por lo tanto, aumenta nuestra necesidad de calorías. Ana María González, nutrióloga
Según los especialistas, el frío no aumenta nuestra demanda de energía, sino el descenso en la temperatura de nuestro cuerpo, ya que el cuerpo produce calor a través de los temblores en los músculos al titiritar, la necesidad de movernos constantemente y lo que se conoce como efecto térmico de los alimentos que se da después de comer.
¿Qué se antoja con el frío?
Todas estas calorías extras que se gastan para mantenerse calentitos, se compensan no sólo con el aumento en la sensación de hambre, sino también con el antojo por comidas y bebidas calientes, muy dulces o con alto contenido de grasas.
- Existe la teoría de que hay una memoria genética que lleva a aumentar las reservas de energía en la temporada de bajas temperaturas
Hay que tener cuidado para no dar rienda suelta a los antojos pensando en que el frío compensará esa ingesta.
¿Cómo evitar los antojos?
Los expertos indican que para elevar la temperatura corporal sin necesidad de ingerir alimentos, basta:
- Arroparse bien
- Hacer ejercicio
El movimiento de los músculos es lo que más calor da, y si hiciéramos más ejercicio que el resto del año, podríamos mantener la temperatura corporal mientras se queman muchas calorías.
- Es posible complacer los antojos con pequeñas cantidades o sustituyendo calorías
En México tenemos un gusto por el dulce y lo que más se antoja en invierno son bebidas calientes, se puede preparar un chocolate sin azúcar y utilizando un edulcorante no calórico. Si vamos a tomar chocolate con una taza pequeña es suficiente, sin necesidad de tomarnos medio litro. Beatriz Cuyás, nutrióloga
Expertos en alimentación señalan que algunas personas en lugares con mucho frío pueden presentar una condición conocida como desorden emocional estacional que aumenta su antojo por comer más, especialmente alimentos ricos en carbohidratos, y a mantenerse más sedentarios de lo habitual.
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