El escritor, diplomático y traductor, Sergio Pitol, murió cerca de las 09:30 horas de este jueves en Xalapa, Veracruz, a consecuencia de una afasia progresiva a la edad de 85 años.
De acuerdo con Laura Demeneghi, sobrina de Pitol, su tío pasó una mala noche y fue por la mañana cuando falleció en su habitación.
Un escritor sui generis
La vida de Sergio Pitol podría sonar al cliché de cualquier escritor marcado por la tragedia: nació el 18 de marzo de 1933, y a los cuatro años perdió a su padre y a los cinco a su madre. Por ello, aunque nació en Puebla, creció en Veracruz en casa de su abuela.
Pasó varios años en cama a causa del paludismo, lo que le permitió entregarse a la lectura y a las fantasías escritas por Julio Verne, Charles Dickens, Franz Kafka, Jorge Luis Borges, entre muchos otros autores.
"Uno es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas". Sergio Pitol, El arte de la fuga
Al igual que Borges, se jactaba de todo lo que había leído más que de lo que había escrito. A los 16 años, teniendo en su acervo ya a muchos clásicos de la literatura, se trasladó a la Ciudad de México para estudiar la Universidad, donde descubrió su pasión por la escritura. Pese a ello, la publicación de su obra fue tardía en comparación con otros escritores de su época como Julieta Campos, Salvador Elizondo o Elena Poniatowska.
El arte de la fuga
Como él mismo lo admitió en sus ensayos, tuvieron que pasar muchos años para que perdiera el temor a publicar. Ese tiempo lo pasó trabajando para el Servicio Exterior mexicano, para el que trabajó desde los años 60 como agregado cultural en París, Varsovia, Budapest Moscú y Praga.
Su amiga Elena Poniatowska dijo alguna vez que eligió trabajar como diplomático porque era la única carrera que le permitía ganarse la vida viajando. Durante esas décadas, su presencia en el panorama literario fue más bien marcada por una ausencia. "Por 25 años no supimos de él sino a través de sus cartas , dijo la escritora en una entrevista.
A finales de la década de los noventa comenzó su Trilogía de la memoria, una recopilación de ensayos donde narró sus experiencias en el Servicio Exterior. La trilogía está compuesta por "El arte de la fuga" (1996), "El viaje" (2001) y "El mago de Viena" (2005), editados por Anagrama. En 2005 fue reconocido por España con el premio Miguel de Cervantes, considerado el galardón literario más importante en lengua castellana.
En los últimos años de su vida la tragedia continuó: su enfermedad neurológica lo afectó gravemente. En 2005, al recibir el premio Cervantes comenzaba a mostrar problemas del habla, en 2009 perdió la capacidad para enunciar frases y para 2011 había perdido la memoria, según el diario La Jornada.
Sin embargo, su legado nos deja novelas como "El desfile del amor" (1984), "Domar a la divina garza" (1988), "La vida conyugal" (1991), ensayos dedicados a la literatura inglesa, de la cual fue un apasionado, y recopilaciones de cuentos.
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