Caminos secundarios cerrados por árboles caídos, algunas inundaciones, daños en casas y distintas estructuras, y cortes de luz y agua constituyen el saldo que deja el paso del huracán Willa este miércoles tras golpear el Pacífico como huracán categoría 3, pero cuyos remanentes se dispersan ya en tierra.
En Escuinapa, comunidad de 30.000 habitantes localizada en el sur del estado de Sinaloa y por donde pasó el centro de Willa la noche del martes, comenzó la evaluación de los daños materiales, sin embargo más de 2 mil pobladores de aldeas costeras que estuvieron en albergues empezaban a regresar a sus casa.
Voces de la gente
Varios pobladores de la región hablaron sobre el impacto del huracán en el estado.
"No hay ningún dedo dañado y teníamos aquí 200 personas. Tenemos que reparar pero no me preocupo, vamos a buscar de comer primero porque no hay luz ni agua".Víctor Aguilar, administrador de un hotel en la comunidad.
La gente desde sus puertas pudo observar los daños y a los trabajadores que buscan restablecer la luz. Otros barrían las hojas y la basura que arrastró Willa. Algunos negocios abrían sus puertas aunque otros permanecían todavía cerrados con las protecciones en las puertas y ventanas.
"Se oía como el demonio. No temía, estaba tratando que no se me preocupara la familia, duró como tres horas con aire recio", Ernesto Mallorquín, pensionado de 61 años.
Evaluación de daños
Autoridades señalaron que el paso de Willa por Escuinapa fue el derribo varios árboles y carteles, además de dejar daños en una iglesia y el hospital general. También había corte en los servicios de agua y energía eléctrica.
Equipos de los gobiernos tanto federales como de los estados realizaban por la mañana recorridos en la zona de impacto, en el sur de Sinaloa y el norte del vecino Nayarit, para hacer un balance preciso de los daños y destinar los recursos del fondo para atender desastres naturales.
La llegada de Willa, que el lunes por algunas horas alcanzó la categoría 5 (la máxima de la escala Saffir-Simpson), obligó a la evacuación de más de 4 mil 200 personas, incluidos algunos turistas, que se encontraban en las zonas más vulnerables del paso del fenómeno.
En el sur de Sinaloa y el norte de Nayarit se desplegaron militares que se encargarán de limpiar caminos obstaculizados y, en caso de ser necesario, preparar alimentos para las poblaciones afectadas y ofrecer consultas médicas.
Escuinapa fue la comunidad que albergó a la mayoría de los desplazados pues en el refugio anticiclónico pasaron la noche más de 2 mil 500 personas, la mayoría procedentes de pequeños poblados cercanos que se dedican a la pesca y donde las viviendas son de materiales frágiles. Antes de debilitarse, Willa afectó a los estados de Sinaloa, Durango, Nayarit, Jalisco y Zacatecas, así como las Islas Marías, donde hay una cárcel federal con unos mil reos y donde no se reportaron daños mayores.
Las clases en algunos municipios de Sinaloa y Nayarit siguen en tanto suspendidas.En septiembre, amplias zonas del Pacífico mexicano fueron afectadas por intensas lluvias que dejaron al menos 15 muertos. A ese saldo se sumaron la semana pasada otras 12 víctimas -entre ellas, siete menores- por inundaciones en Oaxaca, en la costa del Pacífico sur.
Se pidió a la población mantenerse atenta a los llamados oficiales y hacer caso omiso de video apócrifos que circulan en la red.
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