Han pasado seis meses desde el terremoto de 7.1 grados que sacudió a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 2017, y en un país como México, donde existe una alta actividad sísmica, surge la pregunta: ¿estamos preparados para otro temblor de esa magnitud? ¿Cómo podemos prepararnos mejor?
Hasta el momento, no existen tecnologías capaces de predecir cuándo y dónde ocurrirá un sismo, por ello, el Servicio Sismológico Nacional señala que " es de suma importancia tener medidas de prevención" para saber cómo actuar frente a estos fenómenos naturales.
¿Cómo hemos avanzado?
- Los expertos coinciden en que desde el terremoto de 1985 la sociedad de la Ciudad de México ha tenido grandes avances en cuanto a prevención y reacción ante los temblores.
- El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) fue creado después de este evento en el que todavía no se sabe cuál fue el número real de muertos. A
- Se modificaron los reglamentos y normas de construcción de la ciudad para cimentar edificios más seguros, lo cual no existía antes de este desastre.
- También se creó el Sistema de Alerta Sísmica (SAS) que anuncia un sismo algunos segundos (que pueden ser vitales) antes de que éste ocurra, dando ventaja a la población para evacuar el lugar en que se encuentren y resguardarse en un lugar seguro.
¿Qué nos hace falta?
Pese a estos avances, el terrermoto de 2017, que dejó un saldo de 369 víctimas mortales y 38 edificios colapsados de acuerdo con cifras del gobierno de la CDMX, nos demostró que aún falta mucho por hacer.
Para el arquitecto José Ávila Mendez, profesor e investigador de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, "son más las cosas que siguen siendo igual que antes. La sociedad está más preparada, pero faltan muchos aspectos aún".
Uno de estos elementos es que si bien hubo cambios en la normatividad para construir, no funciona si no se acata, algo que sucedió el pasado 19 de septiembre, donde al menos 4 de los edificios que cayeron eran nuevos y varios más resultaron con daños estructurales.
"En la práctica profesional (la construcción) no se apega al reglamente debido a que no existe la formación suficiente de profesionistas ni la capacitación de obreros para estar de acuerdo con estas nuevas normas". José Ávila Mendez, investigador de la Facultad de Arquitectura de la UNAM
El investigador también señaló que esto tiene que ver con un problema de planificación urbana, pues los patrones de crecimiento urbano, que se han hecho sin planeación, y la desigualdad social son factores que juegan en contra ante un terremoto.
Señaló que si hoy la ciudad sufriera un fenómeno de esa magnitud, no está preparada porque es producto del subdesarrollo y hay muchos déficits económicos, sociales y técnicos, pero sí podríamos hacer un esfuerzo de mejorar.
"En el momento que se establezcan las zonas de peligro y que el público lo sepa será primordial, ya que conocerán aquellas zonas en las que tienen que invertir más en seguridad estructural, supervisar las zonas de obra y trabajar en programas de verificación de mejoramiento". José Ávila Mendez, investigador de la Facultad de Arquitectura de la UNAM
Por ello, si bien hay avances sociales y de protección civil en cuanto a la reacción ante un sismo, estos no serán suficientes si no se toman las medidas necesarias y no se siguen los lineamientos para la construcción de edificios en la ciudad.
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