La mañana de este jueves, arribó a México el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para una visita oficial con el jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, en la que tratará temas de energía, salud y educación.
En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Maximiliano Reyes Zúñiga, recibió a Díaz-Canel, recién elegido como presidente bajo un nuevo esquema de Gobierno en Cuba, quien visita de manera oficial México.
El subsecretario informó que en la reunión de alto nivel, junto con las comitivas cubana y mexicana, se tocarán temas como energía, salud y educación: Una de las demandas más importantes en Cuba es la provisión de energía a precios accesibles.
Con suficiencia avanzaremos en programas permanentes que hay en materia de educación superior y salud, que es un tema que nos interesa muchísimo a nosotros.
Aseveró que la hermandad entre México y Cuba hoy está más vigente que nunca ante las tentaciones intervencionistas, como las visibles durante la década de 1980, refirió el funcionario de la SRE. La visita del mandatario de la isla caribeña es absolutamente bien intencionada.
México refrenda política exterior basada en el principio de no intervención, libre autodeterminación de cooperación para el desarrollo y, sobre todo, del diálogo como la única manera para solucionar los conflictos internacionales.
Una nueva era cubana
El pasado jueves 10 de octubre, Cuba estrenó un sistema de poder repartido en varias manos, que releva a la generación histórica de 1959. Miguel Díaz-Canel, hasta entonces presidente de los Consejos de Estado y de Ministros desde 2018, fue elegido por la Asamblea Nacional (Parlamento) como presidente de la República, un cargo restituido por la nueva Constitución después de 43 años.
Díaz-Canel, ahora como mandatario, tiene un mandato de cinco años con opción a una reelección, y se rodea de sus contemporáneos, siempre bajo atenta mirada de históricos participantes de la Revolución. Su objetivo: acelerar la lenta reforma económica del país, en un contexto adverso.