Representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sostuvieron que la presencia de elementos tóxicos en el agua potable en Guerrero y Chihuahua, genera que los padres de estas entidades den a beber a sus hijos bebidas azucaradas, pues las consideran "más seguras".
Al respecto, Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta para Unicef en México, señaló que en estos estados se ha detectado la presencia de arsénico en el agua para consumo, que puede intoxicar y generar malestares estomacales.
A esto se suma, puntualizó, el hecho de que en el sur del país el acceso a agua potable es escaso en las escuelas, espacios donde los menores pasan la mayor parte de su tiempo y adquieren el 70% de los refrescos, jugos y demás bebidas con altos grados de azúcar.
El problema es cómo se distribuye el agua, quien tiene acceso a esta; de hecho tenemos mesas de trabajo en estos dos estados con otras instituciones para asegurar que haya agua suficiente y un buen saneamiento de la misma en las escuelas", dijo Arifin-Cabo.
Por su parte, Catalina Gómez, jefa de política social de Unicef México, alertó sobre lo que en un futuro puede ocasionar la alimentación basada en productos ultraprocesados y estas bebidas.
Afirmó que de acuerdo a un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, de continuar la prevalencia de crecimiento de obesidad y sobrepeso en la población, para 2030 esta va experimentar una reducción de vida de hasta cuatro por ciento.
México está en los ojos del mundo y estamos preocupados porque si estas predicciones se hacen realidad, cuatro años es muchísimo, por eso debemos tomar conciencia como población que estamos perdiendo vida", mencionó.
Ante ello, llamó a los gobiernos y a los padres de familia a generar acciones que promueven una sana alimentación y el consumo de agua simple.
Iniciativas como la instalación de bebederos en las escuelas sirven de poco si no se enseña a los infantes a beber y disfrutar del agua simple", sostuvo.