De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 40 millones de personas con epilepsia alrededor del mundo y por su frecuencia, trascendencia y vulnerabilidad, la epilepsia constituye un problema de salud pública.
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es una enfermedad de origen diverso, caracterizada por presentarse de manera súbita, inesperada; el término epilepsia deriva de la palabra griega Epilambanem (ser tomado por sorpresa). El cuerpo de una persona con epilepsia puede presentar alteraciones motoras, sensoriales, autonómicas y psíquicas.
Las crisis epilépticas son recurrentes y ocasionadas por descargas excesivas de las neuronas cerebrales que se manifiestan de manera múltiple, de acuerdo con el área donde se originan, así como del mecanismo fisiopatológico (procesos físicos y químicos de un organismo vivo), que depende de factores genéticos y ambientales para determinar la expresión clínica de la epilepsia (ya sea convulsiva o no convulsiva, generalizada o focal), de acuerdo con el Programa Prioritario de Epilepsia (PPE) del Sector Salud.
El diagnóstico
La identificación de un paciente con epilepsia se realiza a través del análisis clínico de estas crisis epilépticas que son eventos paroxísticos (violentos), autolimitados y estereotipados, de duración breve. El estado epiléptico es considerado como la sucesión de cualquiera de las variedades de estas crisis, sin recuperación completa entre una y otra.
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Cómo actuar ante una persona con una crisis epiléptica
Si una persona presenta una crisis epiléptica en cualquiera de sus variaciones para prestarle ayuda se deberá actuar de la manera siguiente:
- Mantener una actitud tranquila
- Eliminar riesgos para evitar accidentes (alejar objetos que se puedan caer encima de la persona)
- Girar la cabeza del paciente para evitar aspiración bronquial
- No impedir los movimientos del paciente
- No abrirle la boca
- fNo realizar maniobras de reanimación
- No administrar medicamentos, ni remedios
- Observar las características del evento para informar al especialista
- Tranquilizar y permitir el reposo del paciente después de la crisis
- Referir a la persona a una unidad de salud
El manejo de la persona en estado epiléptico constituye una urgencia, requiere atención médica y referencia inmediata a una unidad de salud.
Consideraciones
En relación con la persona que tiene epilepsia, ésta debe cumplir estrictamente con el tratamiento aún si estuviera embarazada; puede desempeñar sus actividades habituales de manera progresiva, siempre de acuerdo con la indicación médica; es necesario evitar el desvelo y la fatiga excesiva, así como el consumo de bebidas alcohólicas.
- La epilepsia es controlable y en algunos casos, curable, además no es contagiosa.