Durante el festejo del Día de las Madres, la población que menos tiene es la que más gasta durante la celebración, por lo que en estos tiempos de distanciamiento social por el COVID-19 se deberá replantear una nueva forma de revalorar sus escasos ingresos para tener una mejor calidad de vida, consideró Miguel Puente Raya, profesor del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Gastar más de lo que se gana
El docente de Sociología de la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia (ESOE) expresó que en la mayoría de las ocasiones es el sector de la población que menos tiene el que, por un día de festejo, como el 10 de mayo, sacrifica sus ingresos y por ende el bienestar a largo plazo de su familia, pues más del 50 por ciento gasta más de lo que gana.
Revalorar el festejo de Día de las Madres
Ésta es la oportunidad que nos puede ayudar a reflexionar para revalorar la manera en la que se realiza la celebración del Día de las Madres. Para que aprendamos a construir familias más igualitarias y más democráticas", indicó Puente Raya.
De acuerdo con este docente del IPN, no existe propiamente una teoría que indique que esto pasa en ciertos grupos, pero sí hay una observación de que todavía hay familias que gastan dinero que no tienen en estos festejos como el 10 de mayo.
El experto del IPN expresó que en los pueblos originarios se da mucho esta dinámica, en la que, por ejemplo, en bodas religiosas se gastan mucho dinero, lo que forma parte de una "sociología de la vida cotidiana de ciertas regiones".
Tiene que ver con la pobreza
Puente Raya explico que este tipo de comportamiento, de manera curiosa, tiene que ver con la pobreza y habría que reflexionar en torno a eso:
Y esto no necesariamente nos lleva a un mayor reconocimiento o dignificación de la madre, sino a gastos suntuosos que no tienen nada que ver con la valoración del papel de madre. Incluso en los programas o películas vemos eso, que hasta empeñan o venden cosas para los festejos", puntualizó.