La Secretaría de Salud de Yucatán indicó que cada vez es más frecuente la presencia del mosco aedes taeniorhynchus que puede transmitir enfermedades como la encefalitis equina, que también afecta a los humanos.
El titular del Departamento de Control de Vectores de la dependencia, Jorge Palacios Vargas, dijo que en los últimos años se han identificado ejemplares de este insecto, al que también se le conoce como mosco negro. Se trata de una variedad mucho más agresiva que otras, indicó.
Año con año hemos visto la presencia de este mosco, aunque no de una forma tan amplia como se ha dado en algunos puntos de la Península de Yucatán y del país, pero no debemos esperar a que esto crezca para tomar acciones. Jorge Palacios Vargas, titular del Departamento de Control de Vectores
¿Cómo se transmite el virus?
Por la picadura de mosquitos infectados que, a su vez, se contagian cuando pican aves infectadas. Ocasionalmente,estos insectos pican a los caballos, a los seres humanos y a otros mamíferos.
- El virus que provoca la encefalitis equina se transmite sólo a través de los mosquitos. Las personas y los caballos no transmiten directamente la enfermedad, la cual representa un gran riesgo para quien la contrae, pues puede causar graves secuelas o incluso la muerte.
No existe una vacuna
No existe una vacuna contra la encefalitis equina. La mejor manera de prevenir la enfermedad es evitar que los moscos transmisores te piquen; hasta ahora, por lo menos en Yucatán, no se conoce de ningún caso.
El funcionario estatal aclaró que para que las acciones sean más efectivas se requiere del apoyo de la población en las tareas preventivas y más ahora que la entidad entra a su periodo más crítico.
Las medidas son simples:
- Mantener limpias las casas y patios de contenedores u objetos que puedan acumular agua o servir de reservorios para las larvas de estos insectos
- Reportar a las autoridades encharcamientos o cualquier incidente que consideren pueda ser una amenaza para la salud pública
Las anteriores recomendaciones surgen porque hay dueños de casas y predios que las abandonan y nunca las limpian; en algunos casos, los sitios cuentan con estanques y piscinas que se vuelven sitios propicios para provocar un brote epidemiológico.