Mientras derechohabientes señalan que no les surten recetas de un medicamento para la diabetes, la farmacéutica que ganó el contrato para el ISSSTE asegura que desde diciembre no le reciben mercancía y que apenas afinan una nueva entrega. La dependencia oficial no contestó a solicitudes de entrevista.
José María Cerrillo, derechohabiente del ISSSTE, tiene tres meses sin la insulina que requiere para su diabetes tipo 2 porque no hay en existencia.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores del Estado no ha comprado insulina glargina desde diciembre de 2019, de acuerdo con los registros del portal de compras gubernamentales, Compranet, por lo que decenas de miles de pacientes corren riesgo de quedarse sin su medicamento.
De acuerdo con el Tablero de Control de Abasto de Insumos para la Salud del ISSSTE, la insulina glargina tiene una demanda mensual de 88 mil unidades y actualmente la existencia en el almacén central de medicamentos del ISSSTE es de cero. En la Clínica Médica Familiar de Tlalnepantla donde se atiende Cerrillo, la demanda mensual de este medicamento es de 233 unidades y el inventario también aparece en cero.
La farmacéutica que tiene el contrato de venta de este tipo de insulina con el IMSS, el ISSSTE, el Insabi y la Secretaría de Marina no ha surtido porque asegura que el ISSSTE no ha hecho pedidos argumentando que tenía en existencia.
La insulina glargina es un medicamento de acción prolongada que se da a pacientes con diabetes y a diferencia de otros tipos de insulina, ésta se aplica en una sola dosis al día.
A mediados de marzo, cuando comenzó la jornada de sana distancia por COVID-19, Cerrillo fue a la clínica en Tlalnepantla para surtirse y no tener que volver a salir por el resto de la cuarentena, sin embargo le dijeron que no tenían insulina glargina y que llamara en 15 días a ver si había llegado.
Cerrillo dejó de tomar el medicamento por una semana, en la que sus niveles de glucosa subieron a 140 miligramos por decilitro de sangre, luego de haber estado controlado en 110 miligramos durante semanas, por lo que tuvo que comprar las medicinas. El nivel de glucosa normal de un paciente controlado de diabetes va de los 70 a los 140 miligramos por decilitro.
El 27 de mayo, la medicina seguía sin llegar, Cerrillo envió dos correos electrónicos a la dirección de la clínica, a los que no ha obtenido respuesta.
El desabasto no era solo en esa clínica. A finales de abril la subdelegada del ISSSTE en Baja California Sur, Martha Judith Vázquez Campos, dijo a Tribuna de Los Cabos que había desabasto de insulina glargina debido a un proceso de licitación nacional por lo que en la entidad estaban comprando directamente el medicamento o sustituyéndolo con insulina NPH.
En mayo medios locales de Hidalgo, Chetumal y Xalapa denunciaron desabasto de insulina en sus clínicas del ISSSTE.
En junio de 2019, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público abrió la licitación para la compra consolidada de medicamentos para el segundo semestre del 2019. Wockhardt Farmacéuticas ganó la licitación para el IMSS, ISSSTE, Insabi, Ceferesos, Secretaría de Marina y algunos institutos nacionales de salud por 123 millones de pesos. De esos, 51 millones de pesos correspondían a la venta de 602 mil dosis de insulina glargina para enviarse al ISSSTE en tres entregas en 2019; una en julio, otra en septiembre y la última en diciembre.
Juan Francisco Hernández, representante legal de Wockhardt Farmacéutica, dijo a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) que las primeras dos entregas se hicieron a tiempo, sin embargo, cuando el ISSSTE les pidió la tercera entrega de 280 mil piezas el laboratorio solicitó entregarla en dos partes, la primera el 23 de diciembre con 89 mil piezas y el resto el 30 de diciembre.
Antes de realizar la segunda parte de la entrega de diciembre, el ISSSTE avisó al laboratorio que tomarían vacaciones hasta el 2 de enero, pero que posterior a esto podrían recibir la entrega. Hernández asegura que personal del laboratorio se presentó para entregar la insulina el 2 de enero pero el ISSSTE no lo aceptó.
"(Personal del ISSSTE) me dijo que le daba mucho desatino pero que mi contrato había vencido el 31 de diciembre y que además ellos tenían suficiente stock para cubrirse los siguientes dos o tres meses", cuenta Hernández.
A finales de enero en una reunión de farmacéuticos con un representante de la Oficialía Mayor de Hacienda les anunció que les extenderían el 20% los contratos que tenían el año anterior para entregar en marzo.
Hernández envió una carta al ISSSTE para entregar las 190 mil unidades de insulina glargina que habían faltado en el contrato anterior, pero Tomás Carlos Mora Fonseca, jefe se servicios del Sistema de Control y Regulación de Abasto del ISSSTE, respondió en un oficio al que MCCI tuvo acceso que, una vez más, tenían cobertura suficiente.
Mes y medio después, el 6 de abril el ISSSTE le notificó al laboratorio farmacéutico la adjudicación de un nuevo contrato para la adquisición de insulina glargina, la vigencia del contrato comenzaría desde que el laboratorio fue notificado y terminaría el 31 de diciembre de 2020.
En el mismo oficio se menciona que la adjudicación directa de insulina glargina no es sólo para el ISSSTE sino también para el resto de las instituciones de salud participantes en la compra consolidada: IMSS, Insabi, Secretaría de Salud, Secretaría de Marina, institutos nacionales de salud y centros de prevención y readaptación social.
De acuerdo con Hernández, cuando Wockhardt contactó al Insabi, IMSS, ISSSTE, Secretaría de Marina y Pemex para comenzar con los trámites las dependencias le pidieron esperar.
Según el representante de la farmacéutica, apenas ahora se está terminando el papeleo y las entregas de insulina garglina se apalabraron para la última semana de junio o la primera de julio.
MCCI buscó al ISSSTE en repetidas ocasiones para conocer su postura, pero no obtuvo respuesta.