Hace dos semanas y media, Laura presentó síntomas de COVID-19, ella contrajo el virus en su trabajo y después contagió a su pareja.
Estuvo raro porque me sentía cansada primero y después empecé a sentirme muy, con mucho sueño, después me empezó a doler el cuerpo" cuenta Laura en una videollamada.
José, su pareja, y ella decidieron no salir. Padecieron la enfermedad durante dos semanas dentro de su departamento ubicado en la alcaldía Tlalpan.
Dolor de cuerpo, no teníamos sabor de la comida, no olíamos nada, nada nos sabía".
Las fiebres se prolongaron por varios días; además de los síntomas de coronavirus, los pensamientos también los aquejaban al empeorar ambos.
Eso fue lo que me espantó, cuenta José, que empeoráramos los dos y luego ¿cómo le hacíamos?
Así que organizaron un plan de contingencia:
- Primero: y para apoyarse uno al otro, vigilar cada síntoma.
- Segundo: no exponerse, ni exponer a familiares, amigos ni vecinos, por lo tanto no salir de casa.
- Tercero: garantizar el abasto de medicamentos y comida.
José y Laura avisaron a todos, pidieron el teléfono al de la verdulería, pasando por el de la pollería y hasta la tiendita de la esquina, así lograron obtener comida y no salir.
Hoy han pasado la etapa más crítica y esperan una segunda valoración para saber si el COVID-19 ya es historia en su caso.