Personal médico del Hospital General de México decidió colocar fotografías de sus rostros sonrientes al frente de sus trajes de protección para tranquilizar a pacientes con el nuevo coronavirus (COVID-19), pues, señalaron, el aislamiento les genera ansiedad y estrés.
La inactiva, implementada por residentes de dicho nosocomio en México, fue replicada de la situación que se vive en San Diego, California, Estados Unidos, donde médicos en urgencias colocan a uno de sus costados una fotografía suya sonriendo y les permiten hacer videollamadas con su parientes.
En entrevista, Samuel Sevilla, residente de sexto año en el área de Infectología, explicó que durante la atención resulta muy difícil para los pacientes identificar o reconocer a médicos, enfermeras o demás personal de salud debido a que la vestimenta de protección cubre su rostro totalmente.
Las fotografías son actuales de todos nosotros. Les pusimos un plástico para que se puedan estar sanitizando y limpiando y este no pueda ser un foco de infección. Observamos que se logra una empatía, se puede ver la sonrisa del paciente, la tranquilidad de que sabe quién lo atiende, de que se le da seguimiento".
Estar cerca de la familia
- Otra acción implementada en esta unidad médica son las videollamadas, en donde se les permite a los pacientes aislados con COVID-19 ver y platicar con sus familiares por cinco minutos al menos cada dos días.
Esta estrategia, señaló la jefa del servicio de infectología, Maria Luisa Hernández, consiste en tranquilizar tanto a los pacientes como a los familiares, pues al ser una enfermedad nueva, puede llevar a que estas personas tengan ciertas conductas hacia el personal de salud.
Hemos tenido a pacientes que están muy ansiosos, preocupados porque están enfermos, se sienten mal y el no ver a sus familiares les crea incertidumbre. A pesar de que nosotros les damos el parte médico a los familiares, vimos la necesidad tanto del paciente como del familiar de tener mayor contacto".
Ambos especialistas coincidieron en que estas acciones, además de tranquilizar a las familias y a los mismos pacientes COVID-19 positivos, sirven para que éstos colaboren con la atención médica y pueda haber una pronta recuperación tanto física como emocional de todos los involucrados.