El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que tuvo algunas diferencias con el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, particularmente en el Plan de Nacional de Desarrollo y en el manejo de la Banca de Desarrollo, lo que habría propiciado que el economista haya presentado su renuncia.
En conferencia de prensa, expuso que entre Urzúa y Alfonso Romo, quien ayudaría en la coordinación para el funcionamiento de la banca, también había discrepancias, al igual que con German Martínez Cazares, extitular del IMSS, y con Margarita Ríos-Farjat, directora del SAT, quienes serían algunos de los personajes a los que se refirió el exsecretario de Hacienda en su carta de renuncia.
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Tras refrendar el compromiso de su gobierno para cambiar la política económica del país, la cual "fue un fracaso y solo benefició a una minoría", López Obrador indicó que no se detendrán los cambios, por lo que "es mejor acostumbrarnos y entender el contexto, las circunstancias, de cambios que se van a seguir dando".
En ese sentido, el mandatario federal consideró que puede haber otras renuncias en su gabinete, ya que hay puntos de vista diferentes, discrepancias, "pero nada para rasgarse las vestiduras, los cambios son así, y aunque confió en que no sean muchos los ajustes que haya, dejó en claro que tampoco va a ser camisa de fuerza".
Respecto a la designación de Arturo Herrera, López Obrador insiste en que es un funcionario de confianza y con dimensión social, explica que el cambio de estafeta no implica un golpe de timón, el objetivo sigue siendo mantener la estabilidad económica y las finanzas sanas.