El Congreso de la Ciudad de México exhortó a autoridades capitalinas a fortalecer estrategias implementadas para investigar extorsiones a comerciantes de diversas alcaldías mediante préstamos gota a gota, mismos otorgados por criminales tan sólo con la credencial de elector y tener un negocio como avales.
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Los usureros cobran intereses excesivos, casi impagables, durante 20 días, y usan la violencia para intimidar a deudores. Los blancos de estos préstamos son pequeños comerciantes: víctimas de gravámenes, hostigamiento, extorsión y amenazas de personas que, presuntamente, son de nacionalidad colombiana.
Puntos rojos
Autoridades ubican a cinco bandas en las que también participan mexicanos y que ofrecen hasta 60 mil pesos; operan en las demarcaciones de Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc, Iztacalco e Iztapalapa, de acuerdo con información proporcionada por Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia.
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El Centro Histórico se detectó como la zona caliente: las calles de repúblicas de Venezuela, Colombia, Perú, Argentina y el barrio de la Lagunilla son los principales escenarios. Si las personas aceptan el crédito informal, los cobradores acuden todos los días en motocicletas a los negocios.
Una ola de supuesto origen colombiano
La popularidad de los préstamos gota a gota se disparó luego que en Colombia, una mujer se quitó la vida arrojándose de un puente con su hijo en brazos. Se llamaba Paola Moreno Cruz, de 32 años, y presuntamente había solicitado uno de estos préstamos, que posteriormente no pudo liquidar.