Cerca de 37 personas se arrojaron al año a las vías del Metro entre 2004 y 2013, según diversas solicitudes de información que el Sistema de Transporte Colectivo (STC) respondió a ciudadanos vía el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del DF.
Se elige el Metro porque es un medio efectivo y potente para causar la muerte, además de que es de fácil acceso, pues la entrada cuesta tan sólo cinco pesos, señala Erik García, médico psiquiatra de la Asociación Mexicana de Tanatología (AMTAC), quien además explica que el suicidio es un problema de salud pública que en México se ha incrementado en 400% con respecto a la década de 1970.
Más allá de los mitos y tabús en torno al suicidio, las principales causas que llevan a una persona a quitarse la vida, según el experto, destacan las enfermedades mentales, la depresión, el desempleo y los duelos, así como la facilidad de acceder a algún método para concretar sus ideas de matarse.
García Muñoz señala que además del respeto a la línea precautoria de color amarillo a lo largo de los andenes y el empleo de cámaras de seguridad, como medidas para prevenir el suicidio, el Metro de la Ciudad de México podría poner en marcha un sistema de barreras físicas similar al implementado en el sistema de transporte de Tokio, Japón.
Tanto familiares, como testigos de un suicidio y conductores del Metro, deben buscar ayuda terapéutica, y entre las medidas preventivas a nivel personal, el profesor de la AMTAC recomienda a la población procurar la "higiene mental", es decir, hacer ejercicio, alimentarse sanamente, intentar tener buenas relaciones familiares y redes sociales de apoyo, así como disponibilidad para recibir atención psicológica o psiquiátrica en cualquier momento de crisis.