Hasta 2010 vivió en Haití, el mismo año viajó a México para enseñar la religión vudú al país. Su nombre es Ricardeau Pierre Poyau, y dice ayudar a la personas en temas de amor, suerte y trabajo. Para lograrlo, explica que tiene que bajar a los espíritus, un bastón es su guía.
El vudú es una ciencia muy grande, ayuda, protege y para ser un sacerdote se debe tener una humildad muy fuerte Ricardeau Pierre Poyau, sacerdote vudú.
Esta religión es una creación de los descendientes de esclavos africanos llevados a Haití. El significado de la palabra vudú es espíritu o misterio.
Depende, si la persona está enferma, hay que ver cuánto cuestan las cosas, los materiales que se necesitan para curar a la persona, a veces cobro a veces no , añadió el sacerdote.
Ricardeau practica vudú desde que tenía seis años, dice haber realizado 113 iniciaciones vudú en su país, y añadió que también ha oficiado ceremonias de la misma, por eso se dice sacerdote.
Se requiere de tres cosas: fe, paciencia y tolerancia, eso es lo que se requiere para practicar el vudú .
El vudú es religión oficial de Haití desde 2003, en México el INEGI lo clasifica como religión ocultista.
En mi ofrenda hago las sesiones para consultar a la gente y después para ver lo que se tiene qué hacer, cómo y lo que vamos a hacer .
El sacerdote tiene un centro espiritual al norte de la CDMX, ahí cura enfermedades, hace limpias y trabajos relacionados con el amor, el requisito para la consulta es una vela y una botella de alcohol.
Yo creo que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida espiritual, porque he visto cosas que no había visto en otras religiones. Cuando conocí a Ricardo empecé a ver las cosas que se pueden llegar a hacer y los resultados que obtienes. dijo un creyente.
En 2015, Ricardeau ofreció su primera ceremonia vudú en la CDMX, fue dedicada a San Isidro Salvador, patrón de los campesinos. Cuenta que esta religión ha sido satanizada en algunos lugares.
La gente no sabe realmente lo que es el vudú, lo ven en la tele y piensan que es sólo malo, pero no, todo en la vida hay una parte buena y una parte mala pero depende de la persona dice Ricardeau Pierre Poyau.
El sacerdote de 41 años comentó a Unotv.com que diario atiende de ocho a nueve personas, cada sesión dura de tres a cuatro horas y añadió que en cada una aprende cosas nuevas.
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